“Habla como quien tiene autoridad…”
1 Tes 5, 1-6; Sal 26; Lc 4, 31-37.
La coherencia de Jesús entre vida y mensaje le concede una autoridad que es reconocida por sus oyentes, porque en sus palabras están presentes la caridad y la firmeza. Es capaz de hablar con misericordia, con palabras llenas de amor y ternura a los que sufren, pero también, ante el mal, la intensidad de sus palabras, toda orden que sale de sus labios, contiene una fuerza irresistible que “hasta los demonios le obedecen”. La fuerza de Jesús está en que Él mismo es la Verdad, lleva una vida coherente con sus palabras y sus acciones, y por medio de ellas se va revelando su persona en todo momento.
Contrario a ello, hoy se han puesto de moda las “noticias falsas” –fake news–, producidas desde la mentira, con intenciones de engaño, desvío de atención u otros intereses que resultan oscuros, pero que intentan imponer ideologías contrarias a la fe y la razón.
Señor, concédeme ejercer el servicio de autoridad impregnado de caridad para hacer el bien, y de firmeza para luchar contra el mal.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús Plascencia Casillas C.M.
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