“¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?”
Ex 14, 21-15; Ex 15; Mt 12, 46-50.
En este texto del Evangelio, San Mateo nos presenta a Jesús con unas palabras que atraviesan el corazón, como debió haber sido para los que lo escucharon en ese tiempo: “…todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Somos la familia nueva, los más cercanos a Jesús, “si” cumplimos la voluntad de su Padre; el que obedece y la hace, no el que sólo habla.
Todo los cristianos estamos llamados no sólo a escuchar a Jesús, sino a seguirlo por el camino de la fe, conocer la voluntad del Señor y Él nos llevará a buen puerto. Este camino no estará exento de tropiezos, pero el Señor nos conducirá como lo hizo con Moisés, quien obedeció al Señor y lo llevó por el camino de la obediencia y la fe, a cruzar las aguas del Mar Rojo y llevar a los israelitas a la libertad.
“Señor lo que Tú quieras para mí, también lo quiero yo”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Corina Garza
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