2 Cor 4, 6-15; Sal 115; Mt 5, 27-32.
“Si tu ojo derecho te lleva a pecar, sácatelo”
Las experiencias de la vida diaria continuamente despiertan los apetitos en el interior del hombre, y entonces hacen nacer intenciones y deseos que, al no corresponder con el proyecto de Dios para sus hijos, proyecto de santidad y plenitud, nos confunden, nos pierden en el camino.
Toda persona que busca a Cristo con sincero corazón, encontrará las indicaciones que se requieren y necesitan para superar toda circunstancia adversa de dolor y sufrimiento, de tentación y provocación. Animados por su espíritu invocando el nombre de Cristo en nuestra vida, llenemos nuestro ser de su presencia.
Esa fuerza que imprime el Amor en el que es amado, es la que nos puede fortalecer para hacer frente a cualquier proyecto contrario al de Dios sobre nuestra vida. El amor nos llevará a desear y querer solo aquello que nos llevará a la plena realización en Cristo.
Siguiendo las indicaciones que nos da Jesús, de ser buenos como nuestro Padre es bueno, preguntémonos ¿Qué significa “ser bueno”? ¿Con quién debemos ser buenos?
¿De qué manera? ¡Buen Dia! ¡Sé feliz!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Mayor Vicentino de Tlalpan, Cd. de México
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