“Su tristeza se convertirá en gozo”
Hch 18, 1-8; Sal 98; Jn 16, 16-20.
El domingo pasado comenzamos a meditar este discurso de despedida que Jesús hace a sus apóstoles. Sin embargo, para comprender el mensaje en este discurso es necesario remitirnos al pasaje de Jn 14, 18-21 donde Jesús dice “Nolosdejare huérfanos: volveré a ustedes”. En esta afirmación debemos tener puesta nuestra esperanza. Los discípulos serán probados y tendrán que sufrir, y se sentirán solos en medio de una situación de hostilidad, pero Jesúsdice:“Sutristezaseconvertirá en gozo”. ¿Cómo puede esto suceder? Pues bien, Jesús ya había respondido: “El que me ama será amado por mi padre y yo lo amaré y me manifestaré a él” (Jn 14, 21). El que ama nunca está solo, siempre tendrá la cercanía del amado, aún en la distancia.
Pidamos a Dios que nos dé la gracia de ser fieles imitadores suyos, y mostrar a los demás el rostro misericordioso del padre, para que un día podamos gritar todos juntos la alegría de sentir y saber que Dios acompaña nuestra vida cada vez que triunfa el bien.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Mayor Vicentino de Tlalpan, Cd. de México
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