El pasado domingo, día 12 del presente mes de mayo de este año 2019, el diario ABC plasmó en sus páginas un amplísimo reportaje sobre el P. Mariano Díez Tobar, C. M. Tanto en su edición digital como en la de papel, el reportaje, enmarcado en la sección de “cultura”, describe con todo lujo de fechas, lugares, anécdotas, detalles y documentación la vida, la actividad y, sobre todo, las investigaciones, los hallazgos y las creaciones científicas del P. Mariano Díez Tobar.
Mariano Díez Tobar (a la derecha) junto a otro padre paúl, Manuel Santín, detrás de alguno de sus inventos – ABC
El autor del reportaje es Rodrigo Cortés, cineasta, escritor e investigador del séptimo arte. Con un estilo fresco, ágil, atrayente, desenfadado, repleto de humor y de cariño hacia el P. Mariano Díez, se fija especialmente en el “invento del cine”. Hace un repaso histórico por los avatares del nacimiento del cinematógrafo y concluye con esta frase: “Resulta que la cuna del cinematógrafo no es ni Francia ni los Estados Unidos, sino España”. Y, más concretamente, resalta y subraya que el protagonista directo y el autor intelectual de ese maravilloso y revolucionario invento es el P. Mariano Díez Tobar, misionero paúl.
El título resume y sintetiza perfectamente todo el contenido del reportaje: “La invención del P. Díez: la historia desconocida del genio que hizo posible el cine”. Y el subtítulo no deja lugar a la más mínima duda: “La historia ignorada del sacerdote que contribuyó al nacimiento del inventó más importante del siglo XX”.
El P. Mariano Díez Tobar, C. M. nació en Tardajos (Burgos), el 21 de mayo de 1868. Ingresó, en 1882, con catorce años, en el seminario de Sigüenza (Guadalajara). Fue destinado, siendo estudiante con 22 años, al colegio de Murguía (Álava). Ejerció su apostolado de la enseñanza en el colegio de Villafranca del Bierzo (León), en dos ocasiones, en el Seminario de Oviedo, en dos ocasiones, y otra vez en el colegio de Murguía. Murió en Madrid, el 25 de julio de 1926.
Un famoso doctor de la época, D. Rafael Navarro, expresó el siguiente juicio sobre el P. Mariano Díez: “He conocido pocas sabidurías tan hondas, eruditas y completas como la suya, enciclopédica si las hay. La tenía muy sistematizada, pero su sistema era un poco caótico y confuso. Poseía la erudición de un sabio del Renacimiento”.
El autor de reportaje concluye trazando un perfil de la humildad vicenciana del P. Mariano Díez Tobar: “Le ofrecieron toda clase de licenciaturas y doctorados, que no aceptó. Hizo lo que sintió y razonó, como mejor supo y pudo. Nunca se dio importancia, ni a él ni a sus ideas -ni a sus inventos, que no pasaban, para él, de curiosidades-: nos puso fácil el olvido. Toca ahora reivindicarlo. Al menos, eso”.
Ponemos el enlace al mencionado reportaje de ABC, para su lectura completa:
Fuente: http://misionerospaules.org/
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