Hech 4, 13-21; Sal 117; Mc 16, 9-15.
“Vayan por todo el mundo”
Terminamos la Semana de Pascua, que es una continuación de aquella mañana luminosa de resurrección. Y lo hacemos con una síntesis que hace San Marcos de las apariciones del Resucitado.
Primero se aparece a María Magdalena, luego a los discípulos de Emaús y finalmente a los once Apóstoles (recordemos que Judas ya no está). La experiencia se va abriendo poco a poco, primero una persona, luego dos, luego once. Y desde los Apóstoles, la experiencia de esa vida florecida de Jesús se ofrecerá a todos los hombres. A ellos hoy les pide Jesús: “Vayan por todo el mundo”, compartan su experiencia de vida renovada a todos, cuéntenles la Buena Nueva, la mejor noticia jamás escuchada: Dios los ama y en Cristo, a quien ha resucitado, les ofrece su mano generosa, tierna y fuerte para sostenerlos, acariciarlos, conducirlos en el camino de la vida.
Vayan por el mundo y llénenlo de flores y de perfume con la noticia de la Pascua y con la presencia de Jesús resucitado. La Vida se ha enseñoreado del mundo; la muerte y la oscuridad fueron derrotadas; venció el amor y la luz.
En Jesús nos esperan la claridad y la paz. Es la noticia que recibimos y que se nos pide compartir.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Silviano Calderón S., cm
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