Hoy la Iglesia vela junto al sepulcro del Señor, esperando su resurrección
Se alejó nuestro Pastor, fuente de agua viva.
Un gran silencio envuelve la tierra, una gran soledad.
Duerme y descansa en paz, Jesús Nazareno.
Dios, tu defensor, va a restituirte el honor que los hombres te arrebataron.
Estás ahora acostado en el lecho de la tierra; duerme y descansa en paz, que mañana Dios te despertará para que amanezca la alegría de tu corazón vivo.
Descansa en paz y duerme ahora.
Y mañana… enséñanos a todos el sendero de la vida; llénanos, con tu presencia, de alegría para siempre.
Pero ahora, duerme y descansa en paz.
Nosotros procuraremos lavar un poco más el corazón, preparándolo para recibirte y escuchar tu voz.
Mañana… tómanos de la mano a todos, levántanos, dinos: “Despiértense, los que duermen, levántense de entre los muertos, que yo seré su luz”.
Que tu sueño, Señor, nos saque del sueño del abismo.
Francis Pastor.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Silviano Calderón S., cm
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