Juventud Mariana Vicenciana, en su página de Facebook, ha ido recopilando, a lo largo del mes de febrero, varios testimonios de participantes en la reciente Jornada Mundial de la Juventud de Panamá. Son, sin duda, poderosos mensajes que nos hablan de una intensa experiencia espiritual en su peregrinación al encuentro del papa Francisco. Los vamos a ir publicando también en famvin.org, por su evidente interés para toda la Familia Vicenciana:
Como parte de JMV, me siento privilegiada de haber representado mi país y, por supuesto, mi carisma durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá. Indudablemente, la JMJ ha representado para mí como joven seguidora de Cristo, una experiencia inolvidable. El hecho de pensar que miles de jóvenes de todo el mundo se reúnen en torno a Cristo para profesar la misma Fe, hace que mi corazón se envuelva de alegría, pues me inspira y me anima a seguir contagiando a los demás de ese amor que recibimos cada día.
Asimismo, como Joven Mariana, esta jornada tenía un significado aun mayor para mí, ya que la figura central fue nuestra Santísima Madre María. Ella que con su modelo de fe nos llama a aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas, nos invita a ser humildes de corazón y por supuesto, nos manda hacer lo que Dios pida.
Para la Familia Vicentina, nuestra pre-jornada es el Encuentro de Jóvenes Vicentinos, en el que tuve la oportunidad de conocer cara a cara cómo se vive el Carisma de nuestro amadísimo San Vicente de Paúl en los diferentes países del mundo. Quedé impactada con las vivencias personales que pude compartir desde los diferentes grupos, ya que es sorprendente como se puede mantener vivo un carisma tan hermoso como el nuestro año tras año, tanto así que ya vamos por 4 siglos. Luego de este encuentro donde formé lazos de amistad increíbles, puedo afirmar que la alegría de ser vicentinos nos une y nos mantendrá firmes en nuestro camino de fe, siempre que veamos el rostro de Jesucristo en los pobres.
En definitiva, Panamá fue el escenario para este evento mundial, donde el Papa Francisco se regaló a nosotros los jóvenes de una manera tan humana, tan sencilla, tan cariñosa. Verle y escucharle de cerca fue toda una dicha, pues esta es su juventud, este es su ejército de peregrinos, el ejército de Jesucristo, llamados para hacer Lío en el mundo entero, y yo soy parte de él. Ciertamente, para los jóvenes cristianos no existen fronteras y esta jornada lo demostró.
Nada más me resta decir: “He aquí la Sierva del Señor, hágase en mi según tu palabra”.
¡A Jesús con María!
Carla Tejeda Mejia, JMV República Dominicana
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