Heb 12, 4-7; Sal 102; Mc 6, 1-6.
“¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder?”.
La gente de Nazaret se asombraba de lo que Jesús hacía y decía, porque lo conocían, sabían quién era su familia, sabían quién era su mamá y en qué casa había crecido.
A Jesús lo conocen, sin embargo, les era difícil aceptar que uno de ellos pudiera hablar de esa forma. Jesús, ante esta situación vivida con los de su tierra, no se desanima. Sí se extraña, pero continúa su misión. Se va a los pueblos vecinos, con ese gran deseo de llevar la Buena Noticia, de dar a conocer a todos al Padre, para que todos puedan vivir como hijos de Dios.
Nosotros que hemos recibido la misión de llevar la Buena Nueva de Jesús a quienes no la conocen o no la tienen en cuenta en su vida, ¿tenemos la misma actitud de Jesús ante las adversidades, ante las críticas, ante la tentación de no continuar?
La gente que lo conocía se preguntaba: “¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros?”
¿Tú qué le responderías a esas personas?
Pidámosle al Señor nos conceda sabiduría y fortaleza para poder decir y hacer todo aquello que sea necesario para anunciar la Buena Nueva del Reino.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Gladys López Pérez, hc
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