“Ven Espíritu Santo y pósate sobre mi”
Ap 14, 14-19; Sal 95, 10. 11-12. 13. Lc 21, 5-11.
¿Que por qué quiero mucho a la Medalla Milagrosa?
- Porque en 1830 la Virgen María se manifestó a una hija de la Caridad (Santa Catalina) y desde entonces se acuñó la medalla, y en la familia vicentina nos hemos dedicado a propagarla.
- Porque la Medalla Milagrosa siempre ha pertenecido al pueblo. Fue la misma gente la que le puso su nombre. Por eso, y con justa razón, podemos llamarla “la Medalla de los pobres”.
- Porque con la Medalla Milagrosa me siento llamado al compromiso cristiano. Ya que la medalla no es un simple amuleto que se porta y ya, sino es un modo de vivir el evangelio como un encuentro con Dios a ejemplo de la Virgen María.
- Porque en los símbolos de la Medalla Milagrosa aprendo a seguir a Jesucristo y a crecer como Iglesia en el amor, en la fe y en el servicio.
- Porque por la Medalla Milagrosa encuentro la manifestación de la providencia y misericordia de Dios y la intercesión de nuestra madre, la Virgen.
Por esto y por muchas cosas más, ¿cómo no querer a la Medalla Milagrosa?
“Que todo se alegre ante el Señor” (Sal 95).
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Arturo García Fonseca, CM
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