Ef 3, 14-21; Sal 32; Lc 12, 49-53.
“¡ He venido a traer fuego...!”
Jesús no se expresa para provocar conflicto, pero su mensaje es tan radical que inevitablemente confronta ciertas situaciones y relaciones. El Evangelio es un llamado a la conversión, para llegar a ser “una nueva creación”. Significa el cambio total de una antigua forma de vivir.
¿Acaso mi fe cristiana significa una diferencia real al tipo de persona que soy y al tipo de vida que llevo?
Vivir la vida junto a Jesús es cualquier cosa ¡menos aburrida! Las personas cristianas están destinadas a estar “en llamas” con el amor de Dios, y a ser movidas por el Espíritu Santo.
Pidámosle a Dios que nos muestre allí donde nuestra vida se ha vuelto blanda y nos libere para llegar a estar totalmente vivos. Jesús no trata de causar divisiones, pero insiste en que debemos poner a Dios primero. En él ha amanecido la nueva luz de Dios, y pedimos ser parte de ella.
¿Queremos vivir una vida que dé frutos, que sea una bendición para los demás, especialmente los oprimidos y excluidos?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Adrián Acosta López, CM
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