Ex 23, 20-23; Sal 90; Mt 18, 1-5.10.
“…sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.”
Irena Sendler, enfermera conocida como el Ángel de Varsovia (Polonia), quien arriesgó su vida y soportó torturas para liberar y salvar la vida de 2500 niños en plena segunda guerra mundial, es sin duda un ángel personificado, como tantos otros que en el anonimato han arriesgado su vida por los “pequeños”.
La salvación de Dios alcanza a cada ser humano en su situación concreta. La promesa bíblica: “Voy a enviar un ángel que vaya delante de ti” (Ex 23, 20.23) ha sido una realidad para el pueblo escogido, para la Iglesia, para cada grupo o comunidad y lo es para cada persona. Es por eso que muchos santos y santas han tenido gran familiaridad y devoción con sus ángeles custodios.
El Señor quiere que en nuestras comunidades haya consideración y cuidado, sí por los niños, a quienes tanto se les utiliza y se les arriesga en una sociedad de consumo (de tecnología por ej.), pero también atención a los pobres, a los de condición humilde, a los necesitados, a los pecadores.
¿De quién me arriesgo a ser un ángel?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Adrián Acosta López, CM
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