“¿Quién es el más importante?”
Job. 1, 6-22; Sal 16; Lc 9, 46-50.
Esta es la “grandeza” de Santa Teresita, decía: “Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra.” El secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, nuestro Padre, tener una actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza absoluta, con humildad, sirviendo a los demás. Esto es a lo que ella llama su “caminito”. Es el camino de la infancia espiritual, un camino de confianza y entrega absoluta a Dios.
Porque a los discípulos de Jesús nos puede pasar que queramos privilegios, que busquemos protagonizar, ser importantes. Recordemos que a un joven sacerdote del siglo XVII llamado Vicente de Paúl le pasó lo mismo. Jesús nos dice a los discípulos de todos los tiempos que en hacerse pequeño, simple, sencillo está la importancia y la grandeza de ser ciudadano del cielo aquí en la tierra. Son las mismísimas actitudes de Jesús, a través de las cuales podremos ser uno con los demás, en sus necesidades y pobrezas, con amor y ternura.
¡Solamente con Jesús, con su gracia, es posible!
¿Cómo me relaciono con los demás? ¿Con qué actitudes?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Adrián Acosta López, CM
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