Ef, 4, 1-7.11-13; Sal 18; Mt 9, 9-13.
“Sígueme. Él se levantó y lo siguió”
El relato de la vocación de Mateo nos ayudará a reflexionar sobre algunas acciones o verbos importantes que influyen en su conversión.
Mientras Mateo está pasivo, cumpliendo con su trabajo pero sin avanzar, llega Jesús que lo ve de una manera muy particular, algo descubrió en él. Sin perder tiempo, le lanza la invitación que le pondrá en movimiento, le da una orden: “sígueme”. ¿Qué implica seguir a Jesús? Ante todo aprender, seguir sus pasos y su ejemplo, aprender de su palabra (discípulo) para luego ser enviado a anunciar esa palabra (apóstol).
Todo esto lo hace Jesús a pesar de las críticas porque, si ya era un escándalo que se compadeciera de los pecadores, lo era mucho más que los integrara a su grupo más cercano.
La integración de Mateo al grupo de los doce, deja ver, por una parte, la apertura y pluralidad de Jesús y por la otra, la fe que Mateo tuvo en el proyecto de Jesús, al grado de abandonarlo todo y disponerse para el anuncio del Reino. Otra cosa que tenemos que aprender de la vocación de Mateo es salir de nuestro estancamiento y seguir a Jesús. Y tú, ¿aceptarías la invitación de Jesús, como Mateo? ¿A qué renunciarías?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: Luz María Ramírez González
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