El domingo 29 de julio de 2018, como parte de las celebraciones del 74º aniversario del Levantamiento de Varsovia, el Presidente de Polonia, Andrzej Duda, otorgó una de las más altas condecoraciones estatales a algunos veteranos del levantamiento y a quienes están manteniendo el recuerdo de la historia reciente de Polonia. La ceremonia tuvo lugar en el patio del Museo del Levantamiento de Varsovia.
Entre los condecorados: “por méritos sobresalientes en defensa de la dignidad, la humanidad y los derechos humanos, por su generoso servicio para salvar las vidas y la salud a los necesitados” entre los que se encontraba una hermana, Sor Józefa SŁUPIAŃSKA, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl de la Provincia de Varsovia. Sor Józefa fue condecorada con la Cruz de Caballero de la Orden de Polonia (5ª clase). Durante la Segunda Guerra Mundial y durante el Alzamiento, Sor Józefa trabajó como enfermera en el Hospital del Niño Jesús de Varsovia y cuando el hospital fue evacuado, después de que cayera la sublevación, ella siguió con los pacientes y el personal evacuados. En marzo de este año celebró su 106 años.
El Sr. Presidente, dirigiéndose a los veteranos del levantamiento, dijo: “Luchasteis por los valores, no luchasteis por venganza, esto no era el mensaje más importante del Levantamiento de Varsovia, el mensaje fue la lucha por la libertad, había un deseo de una patria libre y de libertad como tal”.
El Levantamiento de Varsovia duró desde el 1 de agosto hasta el 3 de octubre de 1944. Fue una lucha militar contra las fuerzas alemanas nazis que ocupaban la orilla izquierda del río Vístula en Varsovia. La parte derecha había sido ya liberada por la Unión Soviética y las fuerzas polacas dependientes de la Unión Soviética. La insurgencia fue organizada por la “Home Army”, organización militar clandestina más numerosa en la Europa ocupada. Desde el punto de vista militar, el levantamiento de Varsovia apuntó a los ocupantes nazis como un esfuerzo por liberar la capital de Polonia. Desde el punto de vista político, fue una manifestación de independencia y de soberanía de la Unión Soviética, su Ejército Rojo y el recién formado gobierno comunista polaco y las fuerzas armadas dependientes de los líderes soviéticos. Las tropas soviéticas ya habían acampado en la margen derecha del río Vístula, los llamados “libertadores”, que de hecho eran nuevos ocupantes, no participaron en el levantamiento. No dispensaron apoyo ni ayuda a los insurgentes que luchaban en la orilla izquierda. Ni siquiera permitieron que las Fuerzas Aliadas occidentales proveyeran suministros desde los aeródromos temporales en los territorios ya liberados por las tropas soviéticas. Esta decisión limitó el apoyo que podría haber sido muy importante para los insurgentes. Estas tropas lucharon solas contra las abrumadoras fuerzas nazis. Fue un Levantamiento planificado, más o menos, en una semana y duró 63 días. Finalmente, el 3 de octubre su comandante firmó un acto de capitulación. Según él, unos 500 mil residentes civiles de Varsovia fueron expulsados por la fuerza de la ciudad. Los que sobrevivieron a las luchas callejeras se convirtieron en refugiados. Después, las fuerzas alemanas convirtieron la ciudad en un océano de ruinas.
Durante la sublevación cerca de 200,000 civiles y 16.000 soldados del ejército clandestino fueron asesinados, 20.000 resultaron heridos y 15.000 fueron tomados como hechos prisioneros de guerra.
Fuente: http://filles-de-la-charite.org/
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