Dt 4, 1-2.6-8; Sal 14; St 1, 17-27; Mc 7, 1-8.14-15.21-23.
”Dejan a un lado el mandamiento de Dios…“
En el Evangelio de hoy vemos cómo los fariseos y escribas vienen a controlar a Jesús y a sus discípulos, pero Jesús los reprende por criticar a sus discípulos que comen con las manos “impuras”. Ahora el punto central del debate será presentar la diferencia entre “cumplir la voluntad de Dios” y “cumplir algunos ritos, pensando que en ello se cumple esa voluntad de Dios”.
Como en los tiempos de Jesús, hoy nosotros nos dejamos llevar por una falsa conciencia, dejando a un lado la verdadera esencia de los mandamientos de Dios que, en ocasiones, hasta los hemos utilizado para justificar nuestros errores o malas acciones. Actuamos según nuestra conciencia, pero esta conciencia debe estar bien formada, ya que nada puede justificar ciertas acciones; lo que daña al prójimo siempre será malo.
Ojalá que las palabras del Evangelio nos interpelen: ¿Cuántos de nosotros preferimos cumplir “ritos” muy vistosos (ceremonias que no cambian a nuestros corazones), pero que nada tienen que ver con la voluntad de Dios que nos pide “amor, no sacrificios”?
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Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: Luz María Ramírez González
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