En la Asamblea Nacional en Kansas City el 9 de septiembre de 2017, las Damas de la Caridad de los Estados Unidos de América adoptaron una resolución para apoyar a los DREAMers mientras buscan una solución permanente a su «falta de estatus» en los Estados Unidos.
¿Quiénes son los ‘dreamers’?
Los conocidos como soñadores son aquellas personas que entraron a Estados Unidos siendo menores de edad y de manera ilegal, ya fuera solos, acompañados de sus padres o ayudados por ellos si ya estaban asentados en el país. En todo caso, eran niños sin permiso para residir en el país, pero que pudieron inscribirse en escuelas primarias o secundarias en territorio estadounidense. Al acercarse la mayoría de edad, se enfrentaban a necesidades como cursar estudios superiores, buscar un trabajo, tener un permiso de conducir, etc, pero a menudo se enfrentaban con el escollo de no poder conseguirlo por la falta de papeles. También vivían con la amenaza constante de ser deportados.
¿Qué es el DACA?
DACA son las siglas en inglés del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, lanzado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama para proteger de la deportación y conceder permisos de trabajo a estos inmigrantes. El permiso tenía vigencia de dos años y era renovable.
Los jóvenes que nos preocupan solo reconocen a los EE.UU. como su hogar. Contribuyen a nuestra economía, son veteranos de nuestras fuerzas armadas, destacados estudiantes en nuestras universidades y líderes en nuestras parroquias y comunidades. Como católicos, hemos apoyado durante mucho tiempo a los DREAMers, ya que creemos en la protección de la dignidad de cada ser humano, especialmente la de nuestros hijos y la preservación de la unidad de la vida familiar.
Desde la resolución, hemos vivido como en una montaña rusa junto a los Dreamers. El Presidente terminó el programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) iniciado en 2012, por orden ejecutiva del 5 de septiembre, y desafió al Congreso a buscar una solución legislativa para el 6 de marzo de 2018. DACA ofreció alivio temporal de la deportación y el derecho a solicitar la autorización de trabajo. Según las estimaciones, el 55 por ciento de los 1.2 millones de jóvenes que cumplían inmediatamente los criterios del programa solicitaron y recibieron una autorización de dos años. Muchos DREAMers necesitan volver a registrarse, pero temen la deportación si van a Inmigración para renovar, debido al estado incierto del programa DACA.
El Congreso aún no presentó una solución legislativa. Mientras las negociaciones vinculen a DACA con los fondos para el Muro en la Frontera, no parece que se encuentre una solución. El Tribunal Supremo se negó a escuchar el caso que se refiere a la «constitucionalidad» de la revocación de los Presidentes del programa DACA, que actualmente es objeto de un litigio y una orden judicial preliminar a nivel nacional. Esta intusión o detención actualmente solo es parcial y temporal. El Congreso, sin embargo, podría proteger a los Dreamers que están contribuyendo a nuestra nación y proporcionarles un vía para conseguir la ciudadanía a través de la legislación bipartidista conocida como The DREAM ACT (S1615/HR3440), que ha estado bajo consideración del Congreso durante 17 años, de una forma u otra.
Mientras tanto, María no está segura si puede renovar su permiso de trabajo. Jorge no está seguro si puede continuar en su programa universitario o si la deportación interrumpirá su educación. Brenda, cuyo permiso expira en marzo de 2019, teme la deportación y la separación de sus dos hijos que sí son ciudadanos estadounidenses. Brenda tiene cautela incluso para soñar.
Gracias a todas las Damas que participaron en la llamada de la Conferencia episcopal católica de los Estados Unidos al día del Congreso, el 26 de febrero de 2018. Por favor, continúen manteniendo a los DREAMers en sus oraciones y en sus conversaciones con sus legisladores federales. Escriban una carta personal y cuenten la historia de un DREAMer que conoces. Si no se ha suscrito a las noticias en aic.ladiesofcharity.us, hágalo.
Los DREAMers necesitan nuestro apoyo y un proyecto de ley que ofrezca a los jóvenes inmigrantes calificados el «estatus de residente permanente condicional» y «un camino hacia una residencia permanente legal completa y una eventual ciudadanía». Podemos marcar la diferencia, podemos hacer que esto suceda.
Fuente: Ladies of Charity of the United States of America SEVICETTE Vol. 57 No. 2, Spring 2018
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