1 Re 18,41-46; Sal 64; Mt 5, 20-26.
“Ve primero a reconciliarte con tu hermano”
Jesús comienza a desgranar detalles de su proyecto del Reino de Dios y la nueva ley que lo irá construyendo y haciendo visible.
“No matarás”, dice la antigua ley. Lo mismo dicen todos los códigos morales de cualquier civilización. Todas las leyes del mundo establecen sanciones muy duras para quien le quite la vida a un semejante (en algunos países ello se castiga con la pena de muerte, lo cual constituye una gran contradicción).
La Nueva Ley nos invita a ir más allá: “Incluso el que se enoje con su hermano, quien lo llame imbécil o estúpido… tendrá que dar cuentas de ello.” Jesús lleva la prescripción del “no matarás” a niveles insospechados. Nos invita a valorar tanto la vida de nuestros hermanos, que no seamos capaces ya no solo de quitarles la vida, sino de ofenderlos o agredirlos de ninguna manera.
La nueva ley privilegia la vida de los hombres por encima de todo. Tu hermano es intocable y su dignidad inalienable. Y esto tiene que ver con tu fe, de tal manera que si no vives en paz con tus semejantes, no podrás estar en armonía con Dios. “Reconcíliate con tu hermano, antes de presentarte ante tu Dios.”
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón, cm
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