Dt 4, 32-34.39-40; Sal 32; Rm 8, 14-17; Mt 28, 16-20.
“Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”
Y como dice el canto: “en el capítulo 4, versículo 8, Primera de Juan” leemos que Dios es Amor. Es la gran fiesta que hoy celebramos, este misterio de Amor que hay en las tres divinas personas, un solo Dios y tres personas distintas.
Muchas veces nos cuestionamos y reclamamos cuando se nos pide asistir a pláticas para recibir algún sacramento. Y decimos: antes no era así. La verdad es que antes la gente tenía una verdadera conciencia de lo que es el sacramento del matrimonio, del bautismo, de la penitencia y de los compromisos que adquirían al tomar cada uno de estos sacramentos. Ahora tal parece que lo que realmente importa es el salón donde será la fiesta, el conjunto que ha de tocar, la ropa que hemos de vestir, los invitados que vendrán. Ante la poca conciencia y compromiso que hay en la actualidad, la iglesia usa este medio de formación para crear conciencia de lo que se va a recibir en el sacramento y éste sea un encuentro que da vida y no un mero trámite o costumbre religiosa.
El mandato de Jesús de bautizar a todas las naciones y enseñar todo lo que Él nos mandó comienza a cumplirse desde la familia, tarea donde no estamos solos, Jesús está con nosotros.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús Santoyo Mondragón, cm
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