El Centro Internacional de Formación San Vicente de Paúl (CIF) realizó su Tercer Encuentro para la Familia Vicentina. Se efectuó del martes 10 de abril al viernes 11 de mayo del 2018, en París. Este grupo estuvo compuesto de personas de diversas congregaciones y asociaciones, así como de distintos países e idiomas. ¿Quieren saber quiénes eran? Nuevamente el grupo más numeroso fue el de los miembros de la Congregación de la Misión: Alfredo León Navarro (Perú), Arturo Ernesto Hernández Gutiérrez (México), Francisco Ivo Nascimento Sousa (Brasil), Silvio Alfredo Batista Mitozo, (Brasil), Franciscus Hardjodirono (Indonesia) y Stephanus Rudy Sulistijo, (Indonesia). Tuvimos la gracia de tener otras congregaciones de la Familia Vicentina, veamos quienes. Hermanos de Nuestra Señora, Madre de la Misericodia: Blasius Perang (Indonesia), Rofinus Banunaek (Indonesia). Participaron varias congregaciones femeninas. Hermanas de María de la Medalla Milagrosa: Ivančica Fulir (Croacia), Marie-Reine Avade (Benín) y Rolande Alafia (Benin). Hijas de la Caridad: Luz de María Tumialán Francia (Perú). Hermanas de la Santa Fe: Verónica Maguire (Irlanda). Siervas del Amor Redentor de Cristo: Cunegonde Arlette Gómez (Benin). Hermanas de San Vicente de Paul de Gijzegem: Nsafu Florentine Nzebo (Congo).
Nos alegró el aumento de laicos en nuestro Encuentro: Andrés Lizondro (Panamá), Carlos Centeno (Panamá), Mónica Cobos (Ecuador), Orlanda Rodrigues Alves (Brasil), Claudio Gastón Minuche Córdova (Ecuador), Wirawan Margo (Indonesia) Como ven… ¡Un grupo bien variado! Los países con mayor presencia fueron Indonesia, Brasil y Benín. Asimismo, la mayor presencia de laicos vino de Latinoamérica.
Este grupo de hombres y mujeres de diversas edades y funciones, algunos más callados y otros “con un pico de oro continuo” nos mostró la interculturalidad e internacionalidad de nuestra Familia Vicentina. Como faltó el subdirector (y aún no habiendo faltado) cada participando ayudó en alguna tarea: informática, limpieza, fotocopiadora, liturgia, eventos, ayudar a hacer las compras, fotos, los suculentos cafés de los recreos que reanimaban a alumnos, profesores y traductores, etc. Algunos, colaboraron de un modo excepcional. Personalmente quedé muy contento y agradecido de este grupo ya que vi en ellos deseos de aprender, capacidad de oración, alegría y colaboración. A pesar de la dificultad de las diversas lenguas, como dijo el P. Francisco, hablamos el lenguaje universal: la caridad.
Como la enseñanza es un elemento fundamental del nuestro encuentro vimos diversos temas. ¿Qué clases se dieron y quiénes la dictaron? Evangelizar a través de los Medios de Comunicación; Presencia Vicentina en los Medios de Comunicación y Santos de la Familia Vicentina (Elizabeth Ann Seton y Federico Ozaman) a cargo de Joe Agostino y Javier Chento. San Vicente: Fuentes y búsquedas bibliográficas; Estudios Vicentinos; La espiritualidad y la ética vicentina dadas por un servidor, Andrés Motto. La Medalla Milagrosa: Contexto histórico y estudio de la aparición mariana impartido por Jean Daniel Planchot. Teología del pobre; opción vicenciana por el pobre y El servicio al pobre dentro de la Familia vicentina explicado por José Antonio Ubillús. En las clases hemos agregado una novedad en la oración, hacemos una pequeña lectura continua de la Biblia. Se vivió esta oración con una intensidad que me sorprendió. Quedamos en el capítulo 2 del Génesis… ¿Llegaremos al Apocalipsis?
Las tres peregrinaciones que hicimos reforzaron este acercase a la riqueza del carisma vicentino. Peregrinar nos recuerda que la vida es un viaje. Y que en este viaje debemos estar atento a lo espiritual. Cada año peregrinamos a lugares vistos en el otro encuentro, pero también visitamos otros nuevos. ¿Adónde fuimos? Peregrinación I: Richelieu, Perigueux, Sarlat-La-Canéda, Le Berceau, Buglose, Pouy, Dax, Lourdes, Angers y regreso a París. Peregrinación II: Gannes, Folleville y Amiens. Peregrinación III: Taizé, Chatillon, Annecy y regreso a París. Asimismo realizamos dos visitas vicentinas por la ciudad de París. Una por la rivera izquierda del Sena y la segunda, al antiguo san Lázaro. Con este grupo pasó algo muy bueno… ninguno se perdió en las salidas!! Además, hemos incluido una novedad, visitar lugares donde se sirve a los pobres.
Hemos tenido algo más, la vista de dos Superiores Generales: Kathleen Appler, Superiora General de las Hijas de la Caridad y Tomaz Mavric, Superior General de la Congregación de la Misión. Sus participaciones iluminaron el encuentro y nos hicieron querer aún más a la Familia Vicentina.
Doy gracias a Jesús por su presencia misteriosa entre nosotros y por cómo nos ha cuidado y bendecido.
Pbro. Dr. Andrés Motto, CM.
Director del CIF.
andremotto@gmail.com
PROPUESTA PARA EL AÑO PRÓXIMO: ¡Queremos llegar a los 30 participantes! Así que vayan anotando la próxima fecha. Les paso el precio que es un tema que siempre me preguntan. IV ENCUENTRO CIF PARA LA FAMILIA VICENTINA. Viernes 3 de mayo al lunes 27 de mayo de 2019. Costo: 1900 euros. Pueden escribirme a mi e-mail personal.
Dos testimonios sobre el CIF:
Sor Ivančica Fulir, Hermana de María de la Medalla Milagrosa
¡Qué gran alegría es ser parte de la familia Vicenciana! Un mes ha pasado rápido, como si fuese solo una semana. Eso tan solo sucede cuando estás con tus seres más cercanos. No importa que hayamos venido de 4 continentes diferentes, diferentes congregaciones, culturas, tradiciones, idiomas. San Vicente nos reunió a todos en el nombre de Jesucristo para servir a los pobres. El primer día escuché esta pregunta: ¿cómo nos comunicaremos? Pero también una respuesta: con el lenguaje del amor. Sí, es realmente posible y sucedió en este grupo CIF. Intercambiar pensamientos, sentimientos, éxitos y fracasos entre nosotros en nuestro caminar con los pobres no tiene precio.
Volver a las fuentes de nuestra herencia vicenciana fue encender un fuego en nuestros corazones o aumentar la llama, que es lo que a menudo necesitamos en nuestra vida cotidiana. Sin conocer nuestras raíces, podemos perdernos fácilmente en este mundo. Tras una serie de excelentes clases, peregrinaciones, ha llegado el momento de regresar a nuestra realidad, encender el fuego en nuestras comunidades, dar esperanza, sanar corazones con el amor de Dios, ir a la misión a las periferias. Ser un verdadero Místico de la Caridad.
Mónica Cobos, Coordinadora Familia Vicentina Ecuador
«La caridad es el centro que une a la comunidad con Dios y a todos sus miembros entre sí; contribuye a la unión de los corazones y los vincula indisolublemente a Dios». (SVP)
Agradezco infinitamente a nuestro Señor Jesús, por ofrecerme la oportunidad de regocijarme en Su amor durante los días de formación, en el «III Encuentro CIF de la Familia Vicentina», llevado a cabo en la ciudad de París, Francia.
Ha sido una experiencia maravillosa, que me impulsa a continuar en la misión que Cristo mismo me ha encomendado, por la formación recibida por destacados expositores, la peregrinación realizada a los diferentes lugares Vicentinos, sobresaliendo Gannes-Folleville y Chatillón, que son los dos pilares de nuestro carisma. La integración fraterna alcanzada con mis hermanos participantes al convivir durante algunas semanas, es un vínculo que jamás podrá extinguirse, porque fueron momentos en los que pudimos compartir grandes experiencias, prevaleciendo la espiritualidad, amor, respeto, empatía, solidaridad y servicio.
Ser Vicentinos es abrazar el carisma de San Vicente y su opción preferencial por los pobres. Es llevar una vida comprometida en la evangelización y en la caridad. Como miembros de la Familia Vicentina tenemos que fortalecer el trabajo, en aras de ayudar a construir un futuro digno para nuestros hermanos, en el que las oportunidades y el desarrollo espiritual sea conducido por el fulgor del pensamiento y del corazón, así como fue la experiencia vivida en esta formación, donde además, la brecha del idioma fue destruida por el lenguaje del amor y entrega de cada uno de los asistentes.
«Los Vicentinos somos místicos de la caridad», es la luz por la que les motivo a acoger esta iniciativa de formación, para el engrandecimiento del cuerpo, alma y espíritu, y para llegar con la firme convicción y entrega a nuestros hermanos necesitados.
Muy agradecida por todo el aprendizaje recibido en el CIF, impulsado por el espíritu vicentino y las enseñanzas que San Vicente nos ha ofrecido en su legado de amor, solidaridad, fe, esperanza al servicio de nuestros hermanos empobrecidos. En Cristo, María, San Vicente, Santa Luisa.
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