Hch 13, 26-33; Sal 2; Jn14, 1-6.
“Señor, no sabemos a dónde vas”
…¿Cómo podemos saber el camino? “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino es por mí.”
Cristo es el camino y no es un camino más, él es el camino hacia la verdad y hacia la vida, camino hacia el Padre, camino hacia la verdadera victoria, camino hacia una plena humanidad.
No podemos decir que creemos en Cristo y que hemos hecho nuestra su vida y que vamos tras sus huellas en el camino que él nos ha señalado, ni que somos testigos de la verdad, que es Dios, mientras, vivimos destruyéndonos unos y otros.
¿Sabemos hacia dónde vamos? ¿Sabemos hacia dónde nos conduce el camino que vamos siguiendo? ¿Jesús es ese Camino que nos conduce al Padre? La respuesta a estas preguntas –y no con los labios, sino con nuestras obras, nuestras actitudes y nuestra vida misma– será el trato que demos a los demás, lo que hagamos o dejemos de hacer por ellos. Eso es lo que indicará cuál es el camino que seguimos y cuál es el destino final de nuestra existencia. Decir que Cristo es nuestro camino tiene que notarse, haciendo camino con el otro.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Juan Rodríguez Gaucín, cm
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