Hch 9, 1-20; Sal 116; Jn 6, 52-59.
Jesús, verdadero alimento
Vamos llegando a la conclusión del discurso eucarístico en el capítulo 6º del evangelio de san Juan y comienzan las reacciones de los oyentes. En primer lugar, de los judíos en general que se preguntan escandalizados cómo podrá Jesús darles a comer su carne.
Jesús resume entonces los temas centrales del discurso que hemos desarrollado en los días anteriores: la “vida verdadera”, la “vida eterna” se alimenta del cuerpo y de la sangre del Señor resucitado, de la eucaristía.
Se insiste en el acto de comer y de beber, se insiste en la vida alimentada por este pan, que contiene la vida misma de Cristo, de su amor. Ya no hay para el cristiano otra forma de vida sino la del mismo Dios. Vida que se dona, se sacrifica, se regala. Tiene que superase el egoísmo; como Dios, el cristiano ha de vivir para los otros, para los favoritos de Dios: los pobres, los pequeños, los sufridos.
Te invito a que en este día, en la celebración eucarística tengas la experiencia de “comer” a Jesús. Que te hagas consciente de lo que comes y que te unas íntimamente a Jesús, como el sarmiento a la vid.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Juan Rodríguez Gaucín, cm
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