“A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora; algún día lo harás”
Is 49, 1-6; Sal 70; Jn 13, 21-33. 36. 38.
Jesús ha sido enviado por el Padre, y va adelante de la obra emprendida, el Reino, no sólo para marcar el camino que lo realiza, sino también para enfrentarse al mal que se le opone.
Pedro le quiere seguir de inmediato, ¿hasta dónde comprende lo que eso significa? Jesús le aclara: ahora no puedes hacerlo, pero llegará tu momento.
La respuesta al seguimiento pasa por comprender de qué va el asunto. Qué exigencias tiene, qué nos va a estorbar y que por tanto necesitaremos dejar atrás.
Este seguimiento abarca todas las dimensiones de nuestra vida, para nada es exclusivo de un culto, de una hora a la semana, también dentro de la familia, asimismo en el trabajo, igualmente en medio de la diversión y recreación, no menos importante en el servicio social…
Y en efecto, cuando Pedro miró de cerca a lo que se refería el Maestro no sólo no lo siguió, sino que lo negó tres veces.
Aunque después llegará su momento en que exprese su fe en Cristo con sus hermanos y esté dispuesto a ofrendar su vida por él y por ellos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Emmanuel Velázquez Mireles, cm
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