Damos la bienvenida a Jim Paddon, miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl y nuestro más reciente colaborador del sitio .famvin. Él escribirá reflexiones para nosotros dos veces al mes, los jueves por la tarde. Puedes leer un poco sobre él después de su reflexión. ¡Gracias, Jim!
Me gustaría aportar algunas noticias actualizadas sobre cómo Canadá está manejando el programa de refugiados aprobado por el gobierno, que trajo un gran número de refugiados de Siria en 2017. Sin embargo, analicemos primero la situación que afronta Canadá, con muchas personas desesperadas que ingresan ilegalmente desde los EE.UU. en la mayoría de los casos por el temor de ser deportados a su país de origen debido a órdenes ejecutivas gubernamentales planificadas. Según el acuerdo seguro de terceros países entre los EE.UU. y Canadá, firmado hace varios años, si alguien que ya ha sido aceptado como refugiado en los EE.UU. intentara ingresar a Canadá en un cruce fronterizo legal y solicitara asilo, los funcionarios canadienses estarían obligados a devolver a esa persona a los Estados Unidos. El resultado es que hemos visto a solicitantes de asilo cruzar a Canadá por carreteras secundarias o simplemente a campo abierto. Luego son oficialmente arrestados y llevados a un lugar seguro hasta que su solicitud es examinada y bien aprobada o denegada. Debo mencionar que no todas las aplicaciones son aprobadas.
Con respecto a los refugiados sirios, solo poco más de 25.000 ingresaron a Canadá en 2017. Estos refugiados reciben alojamiento temporal hasta que puedan ubicarse en una residencia permanente. Este ha sido un problema con muchos refugiados que todavía están alojados en hoteles, pero por lo menos estamos trabajando para encontrar una solución a este problema. A cada refugiado se le proporciona un examen médico gratuito, las vacunas obligatorias, tratamiento de enfermedades y medicamentos recetados, cuidado de la vista y cuidado dental urgente. También es interesante observar que todos los refugiados pueden recibir tratamiento para el trastorno de estrés prostraumático, pues el 20% de los niños requieren dicho tratamiento.
Creo que el aspecto más singular del programa de refugiados sirios es que aproximadamente 8.500 de los 25.000 son lo que se llama por patrocinios privados. Es usualmente una iglesia local o grupo de fe el que asume el compromiso de cubrir al menos un año del gasto de una familia promedio de cuatro. Un año puede suponer entre 25.000 / 30.000 dólares. Este programa ciertamente demuestra lo que significa desarrollar y mantener una relación continua con una familia de refugiados.
Será muy interesante, en los años venideros, ver cómo estas familias sirias, así como aquellos otros refugiados que ingresan ilegalmente, se adaptan a su nuevo país y hogar en Canadá. Creo que estos programas demuestran lo que significa poner énfasis en la dignidad humana de una persona.
El término Dreamers [Soñadores] es, sin duda, uno que escuchamos mucho aquí en Canadá. Creo que las experiencias recientes que tenemos sobre el gran volumen de refugiados que esperan vivir aquí y aquellos que ingresan a través del programa de refugiados sirios solo ayudan a demostrar lo importante que es, para cualquier ser humano, el poder «soñar» con una vida mejor, bien sea en los Estados Unidos, Canadá o en su país de origen. Ojalá todos nosotros soñemos con un mundo donde este sueño sea un derecho humano para todos.
Sobre el autor:
Jim Paddon vive en London, Ontario, Canadá y es ex-presidente del Consejo Regional de Ontario de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Actualmente es presidente del Comité Nacional de Justicia Social de la Sociedad en Canadá. Está casado con su querida esposa Pat y tienen seis hijas y once nietos. Jim ha sido miembro de la Sociedad desde los años 70.
¡Felicidades! que buen ejemplo de solidaridad.
Canadá siempre ha sido uno destino que me gustaría visitar.