2Sam 1, 1-4.11-12. 17. 19. 23-27; Sal 79; Mc 3, 20-21.
“Se ha vuelto loco”
Es un evangelio muy breve, solo dos versículos. Pero, ¡cuánta riqueza la que encierra para ser meditada!
Pienso en María, llegan sus vecinas, aquellas que se reúnen en el pozo para sacar el agua y el comentario es el mismo: ¿Qué le ha sucedido a Jesús? Estaba bien, pero de pronto dejó la carpintería para iniciar una vida errante. ¿Perdió la razón? ¿Se habrá vuelto loco? Todos estos cometarios le llegaban a su Madre, a tal grado que los parientes, para evitar más vergüenzas y comentarios de Él, la animan para ir en su búsqueda y regresarlo a casa. Que difícil para una madre vivir esta experiencia. Y María la asume desde el silencio y desde la fe.
María siempre le fue fiel a su Hijo, desde pequeño, lo escucha y guarda todas sus palabras, sus gestos y sus acciones en su corazón, allí las medita, las contempla y las va haciendo vida.
Cargó todas aquellas contradicciones, críticas, rechazos y sobre todo su pasión y muerte. Pidamos a María que nos ayude a mantener la mirada bien fija en Jesús, y a seguirle siempre, incluso cuando llegan a nuestros oídos los comentarios negativos y las críticas, haciendo de ellas algo que nos ayude a crecer.
María, Virgen Madre de la Iglesia y Madre mía, intercede por todos nosotros que somos tus hijos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín, cm
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