1 Jn 1, 5–2,2; Sal 123; Mt 2, 13-18.
“José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto”
Apenas hace unos días hemos celebrado la Navidad y ya el Evangelio nos relata la amenaza de Herodes a la vida de Jesús niño. Y es que ¡la vida es continuamente amenazada!, la vida humana, la vida de la gracia, la vida de la naturaleza, en fin, la VIDA en todas sus expresiones.
Pero, afortunadamente, Dios sigue suscitando defensores de la vida. En el Evangelio, José toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Y es que muchas veces ante estas amenazas resulta cierto el dicho de que: “Más vale que digan, ‘aquí corrió’ que ‘aquí quedó’”. Porque no es una huida de cobardía, sino de prudencia. Que también vale para nuestra vida de gracia, muchas veces pecamos más por imprudentes o por curiosos que por “malos, depravados, enfermos, degenerados, etc.”.
Acudamos a San José, a su paternal intercesión y ejemplo, para estar despiertos, dispuestos, dóciles y prontos a la voz de Dios que nos motiva e impulsa a poner a salvo lo más amado y lo más valioso: la Vida, el Amor, la familia, la fidelidad, la vida de la gracia… en fin, nuestra verdadera Felicidad.
“Nuestra vida escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Catalina Carmona Librado, HdC
0 comentarios