Eco 48, 1-4.9-11; Sal 79; Mt 17, 10-13.
“Elías ya ha venido y no lo reconocieron. . . ”.
Hoy los discípulos preguntan a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?”, a lo que Él les responde: “Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido”. Y agrega: “así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”.
Es triste reconocer nuestra ceguera, necedad y dureza de corazón, frente a Dios, a sus enviados y a su manera de actuar. Y tal pareciera que este no reconocimiento formara parte de nuestra historia humana. Nos cuesta aceptar las situaciones, personas o maneras de ser o de pensar que salen de nuestros propios esquemas mentales y actuando así, nos cerramos a la Presencia y acción de Dios en nuestras vidas; porque Él ha venido, viene y seguirá viniendo, pero desgraciadamente nosotros no lo hemos reconocido, tal vez porque algunas veces ha venido de forma inesperada o indeseada: en forma de enfermedad, de contratiempos, de confrontaciones o de conflictos.
En este tiempo de adviento sería un buen ejercicio buscar vivir todas esas situaciones con visión sobrenatural y con amor, aceptando con fe los planes de Dios sobre los míos, descubriendo en ellos la Presencia y acción amorosa de Dios. Encontrando nuestra fortaleza en Él: ¡Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Catalina Carmona Librado, HdC
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