La mañana del día 13, viernes, los participantes del Simposio se dividieron en 6 grupos lingüísticos (inglés, francés, español, italiano, portugués y polaco) para asisitir a diversas conferencias sobre nuestro Carisma Vicenciano.
Presentamos ahora la traducción de la conferencia «Comunicación para la movilización» que pronunció el padre paúl Mizael Donizetti Poggioli, CM, de Brasil, al grupo de habla portuguesa:
Comunicación para la movilización
Estoy muy feliz de tener la oportunidad de participar en este momento especial para toda la Familia Vicentina en la celebración que ahora hacemos en común de los 400 años del nacimiento del Carisma Vicentino.
Ojalá que éstos eventos que estamos participando en estos tres días puedan agregar a cada uno de nosotros un gran entusiasmo en la vivencia del Carisma y de la Espiritualidad legados por Vicente de Paúl.
El tema sobre el que reflexionamos en ese momento es sobre la Educación, teniendo como variable la Comunicación para la Movilización. Un asunto de suma importancia para el actual momento en que vivimos dentro de la Familia Vicentina.
1. Educación – Formación humana
Podemos empezar diciendo que la educación objetiva ayudar a otras personas a empezar a vivir. La educación se expresa, en el proceso de la vida, a través del desarrollo, del perfeccionamiento y de la concientización.
En cuanto a eso, no hay duda de que Vicente de Paúl fue un gran educador. Junto con Luisa de Marillac creó las «Pequeñas Escuelas». En todos los aspectos buscó capacitar a las personas, tanto sus colaboradores como los Pobres.
Vicente de Paúl entendía que la formación / educación debería ser holística, una formación que pudiera abarcar todas las dimensiones de la persona humana. Formación entendida como capacitación para el trabajo; Formación como evangelización; Formación como dignificación de la persona; Formación como promoción del ser humano y formación para la libertad y para la liberación de los Pobres.
2. Reivindicación
Gran parte de nuestros países de origen viven en una Sociedad de Derechos. En una determinada sociedad donde los Directos del Ciudadano están garantizados en la Constitución y, a menudo, no se respetan. Para cambiar esta realidad, la mejor forma de transformarla es la concientización de las personas, a través de la educación / formación, para que puedan reivindicar sus derechos garantizados.
El acto de reivindicar por derechos es un deber cívico de todos los individuos que conviven en sociedad. Las reivindicaciones de este cuño tienen el propósito de traer mejoras a la calidad en todas las dimensiones de la vida de una determinada clase o grupo social. En otras palabras, se puede decir que la reivindicación es la acción de exigir aquello que se tiene por derecho o que se cree en tener.
Vicente de Paúl utilizó mucho de esa herramienta. Un ejemplo expresivo es cuando, como Capellán de las Galés, reivindicó ante las autoridades, agilidad en la revisión de los procesos de los encarcelados, construcción de hospitales, mejoras en la insalubridad de las celdas (cárcel), en la alimentación, en fin, en una mejor condición de vida para esas personas.
3. Movilización
Hoy, en el mundo en que vivimos, nadie o pocas personas aisladamente pueden hacer grandes cosas para cambiar las situaciones en que vivimos en un mundo repleto de injusticia institucionalizada. Se tiene la necesidad de unión de muchas personas, asociaciones con otras entidades afines, sistematización de estrategias puntuales y seguras para poder realizar un trabajo social con sustentabilidad.
Las reivindicaciones sólo tendrán efecto teniendo en cuenta las múltiples variables de cambio social. Para que las reivindicaciones alcancen el objetivo propuesto, es necesario movilizar a las personas.
Movilizar significa reunir a personas con conciencia y claridad acerca de un problema dado con el objetivo de superarlo. Pero no es sólo reunir a la gente. Exige al mismo tiempo la creación de una visión común, donde la gente, poco a poco, va formulando estrategias para resolver un determinado problema.
La decisión de movilizar a las personas para realizar una lucha reivindicativa es muy seria. Es necesario sensibilizar a las personas acerca de sus derechos y la revelación de personas con capacidad de liderazgo.
Hay dos postulados importantes cuando se trata de una movilización:
- Antes de comenzar un movimiento reivindico hay que examinar en profundidad las fuerzas con que se cuentan para conseguir un resultado favorable. La fuerza es una cosa que se puede conseguir. Si hoy no se tiene fuerza para iniciar un movimiento reivindicatorio, quien sabe mañana se puede adquirirla e iniciar un trabajo en ese sentido.
- El examen de las fuerzas con que se cuenta para hacer una reivindicación no debe entregarse a una sola persona – por más inteligente y preparada que sea, ni a un pequeño grupo.
En ciertas épocas de la historia eso no fue hecho. Tal vez, en algún lugar del planeta, eso todavía hoy no es posible hacer. Sin embargo, la organización de las personas es la mejor herramienta popular para el cambio de las estructuras injustas presentes en la sociedad. Es el conocido concepto de movilización reivindicatoria.
1. Movilización en la esfera institucional
Las asociaciones entre entidades que trabajan para la erradicación de la pobreza y directamente en favor de los pobres, son una necesidad incuestionable y apremiante. Es la idea de que necesitamos actuar juntos. En nuestro caso, los Ramos de la Familia Vicentina necesitan trabajar juntos.
Recordando que la expresión Familia Vicentina se refiere al conjunto de congregaciones, organismos, movimientos, asociaciones, grupos y personas que, de forma directa o indirecta, prolongan en el tiempo el Carisma Vicentino, sean ellos fundados directamente por San Vicente de Paúl, o encuentren en él la fuente de su inspiración y dedicación al servicio de los Pobres.
La Familia Vicentina debe ser al mismo tiempo un movimiento religioso y un movimiento social.
- Movimiento religioso – Uno de los biógrafos de Vicente de Paulo dijo que él «transformó el rostro de la Iglesia en Francia en el siglo XVII». De hecho, todos conocemos el trabajo que realizó con el objetivo de proporcionar formación a los líderes de su época. Citamos sólo una de las más expresivas: la fundación de seminarios para la preparación del clero, la realización de las Conferencias de los Martes para el clero ya ordenado, participación en el Consejo de Conciencia (una especie de Ministerio de la Religión) del reino de Francia.
- Movimiento social – La Familia Vicentina, a ejemplo de Vicente de Paulo, debe ser también un Movimiento Social. Cuando Vicente de Paulo con Luisa de Marillac organizaron las «Pequeñas escuelas» con el objetivo de dar capacitación para el trabajo y para la vida de los Pobres, estaban objetivando una transformación social.
Podemos enumerar decenas de acciones dirigidas a la transformación social: Las obras de acogida para ancianos y niños, acogida de niñas y niños vulnerables a la explotación sexual, la organización en el ámbito de la salud (Hospitales para los galeotes, formación de enfermeras, cuidado con los enfermos …).
Hoy, la Familia Vicentina es una gran fuerza. Pero en mi opinión, es un gigante dormido. Aunque el foco de nuestro trabajo como Vicentinos y Vicentinas en el mundo de hoy, queda cada vez claro, todavía no hemos sido capaces de adherirse a ese movimiento con claridad y con determinación.
Los Ramos de la Familia Vicentina, como sabemos, no tienen un objetivo en sí mismos. No pertenecemos a una Rama de la Familia Vicentina porque tiene un objetivo que se encierra en sí mismo.
Todos los Ramos tienen una única finalidad que es trabajar con y por los Pobres. Los Pobres son el foco. Los Pobres son la razón intrínseca de nuestra existencia. Vive, nos movemos y somos por los Pobres, en razón de ellos.
Aquí, podemos recordar el direccionamiento propuesto y despertado en los últimos años en el seno de la Familia Vicentina: la necesidad de colaboración. Colaboración en los diferentes niveles de nuestro apostolado.
1) Colaboración en la formación – Tenemos, dispersos por todo el mundo, personas altamente capacitadas para sistematizar una formación interactiva y profundamente vicentina. En la Espiritualidad Vicentina encontramos elementos de sobra para la vivencia del Evangelio. Vicente de Paulo sistematizó una espiritualidad de acuerdo con las acciones, actitudes y praxis de Cristo mismo. Es necesario comprender que la espiritualidad vicentina es una espiritualidad que emerge del contacto con los Pobres. Es una espiritualidad de la acción, es una espiritualidad del compromiso, es una espiritualidad del servicio efectivo hacia los Pobres.
2) Colaboración en la creación y realización de proyectos – Una de las maneras más eficaces para ayudar a los pobres a salir de la pobreza es trabajar en forma de proyectos. Es altamente peligroso comenzar un trabajo sin tener claro un proyecto y sin saber de un resultado final esperado.
Por supuesto, el resultado final no es tan importante como el proceso. Es en el proceso de desarrollo de un proyecto que se crea comunidad, que se construye una vi común, que fortalece la conciencia de la necesidad de luchar por la dignidad humana, por la igualdad de derechos entre las personas y, sobre todo, es donde se crea una Nueva visión de mundo y de humanidad.
A pesar de las difíciles situaciones de su época debido a las necesidades urgentes de los Pobres, Vicente de Paulo tenía en mente dónde quería llegar. No sólo eso, muchas veces se aconsejaba con otras personas para poner en prueba las actividades que quería realizar.
En otras palabras, siempre buscaba identificar las necesidades; Definía los objetivos; Estudia la viabilidad; Buscaba alternativas; Seleccionaba las necesidades, analizaba las restricciones y riesgos de lo que se iba a hacer; Movilizaba recursos humanos y materiales para la realización del Proyecto. Por ejemplo, la acogida de los niños abandonados; Formulaba estrategias de cuidado para ellas; Movilizaba a las personas para ser colaboradoras; Buscaba recursos para la sostenibilidad de la obra. Este esquema programático estaba presente en la mayoría de sus obras.
2. Movilización en la esfera del trabajo efectivo
En la esfera del trabajo efectivo para y con los Pobres hay que hacer también una movilización junto a los Pobres. Los Pobres son los sujetos de su propia liberación. Son los protagonistas de su propia historia. Los Pobres, en el decir de Vicente de Paulo, son «Maestros y Señores». Quien sabe, muchos de ellos no poseen formación académica, universitaria o una educación formal, pero poseen una gran sabiduría.
Nuestro papel es ayudarles a despertar la conciencia para que sean agentes transformadores de la realidad. Ayudarles a romper con el mito de que la pobreza es inevitable. Compartir con ellos herramientas que tenemos con las que poseen para crear condiciones favorables de desarrollo social y humano.
En el trabajo hacia y con los Pobres, tenemos una gran herramienta que es la metodología de Cambio Sistémico. Es necesario abrazar ese camino. Es él quien nos ayudará a realizar un trabajo realmente efectivo para y con los Pobres.
Es necesario conocer esta metodología; Profundizar sus fundamentos; De su cuerpo y su alma sobre ella. Así tendremos mayores posibilidades en ayudar a los Pobres.
Por ejemplo, en la celebración de los 400 años del Carisma Vicentino, estamos llamados a construir casas para los sin techo y acogida a los extranjeros. Que estos desafiantes proyectos con los migrantes y sin techo se realicen dentro de esa metodología. Más que nunca, como creía Vicente de Paúl, debemos creer que el cambio en la vida de los pobres es posible.
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