Señor, ¿quieres, que mandemos que caiga un rayo del cielo y acabe con ellos?
Zac 8, 20-23; Sal 86; Lc 9, 51-56.
Jesús reprende a aquellos dos de sus discípulos que quieren que baje fuego sobre aquellos que no quisieron recibirlos. El camino del cristiano no es un “camino de la venganza” y desquite. Es el camino del perdón y de una constante búsqueda de la paz y reconciliación. La violencia engendra violencia y para la paz no hay camino, más bien la paz es el camino. Además, la persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero.
A los discípulos aún los vemos reaccionar con actitudes de violencia. Su imagen y concepción de Dios está muy distante de aquella de Jesús. En nuestra experiencia de vida constatamos que somos tantas veces heridos y tantas veces heridores de los demás. Ante esta realidad solo cabe la búsqueda del perdón. Jesús nos va hablando del amor, del perdón incluso a los enemigos. Esta manera de reaccionar de los discípulos ¿tiene algo de parecido a tu manara de reaccionar frente a aquel que en algún momento te ha ofendido?
Estate atento, porque dice Dios: Mis planes, no son sus planes, sus caminos no son mis caminos (Is 55, 8).
¡Padre Dios, ¡muéstrame pues tus caminos y tu voluntad!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín, cm
0 comentarios