Novena a San Vicente de Paúl: Quinto Día

por | Sep 22, 2017 | Formación, Reflexiones | 0 comentarios

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS 
400 años del carisma vicentino

Señor, Padre Misericordioso, que suscitaste en San Vicente de Paúl una gran inquietud por la evangelización de los pobres, infunde tu Espíritu en los corazones de sus seguidores.
Que, al escuchar hoy el clamor de tus hijos abandonados, acudamos diligentes en su ayuda “como quien corre a apagar un fuego”.
Aviva en nosotros la llama del carisma que desde hace 400 años anima nuestra vida misionera. Te lo pedimos por tu Hijo, “el Evangelizador de los pobres”, Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Padre Nuestro…

ORACIÓN A LA VIRGEN
(De los escritos de San Vicente de Paúl)

Santísima Virgen María ayúdanos a estar dispuestos a practicar las máximas evangélicas, te pedimos que llenemos de ellas nuestro espíritu, llenemos nuestro corazón de su amor y vivamos en consecuencia. Por tu intercesión ya que, mejor que ningún otro, penetraste el sentido de esas enseñanzas y las practicaste. Para esperar que, al vernos aquí en camino de vivir según estas máximas, nos serán favorables en el tiempo y en la eternidad. (cfr. XII, 114-129)
¡Oh, santísima Virgen, pide al Señor este favor, pídele una verdadera pureza para nosotros, para toda la familia vicentina! Esta es la súplica que te hacemos. (cfr. XI, 447-449). Amén.
Dios te salve…. Gloria…

QUINTO DÍA
Siervas de los Pobres

Signo: Escudo de las Hijas de la Caridad, una ponchera con agua y una toalla (que simbolicen el servicio)
Canción: Vuestro Claustro es la obediencia

Iluminación Bíblica: Isaías 52, 6-8

Por eso mi pueblo conocerá mi nombre en aquel día y comprenderá que yo soy el que decía: «Aquí estoy.» ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: «Ya reina tu Dios!» ¡Una voz! Tus vigías alzan la voz, a una dan gritos de júbilo, porque con sus propios ojos ven el retorno de Yahveh a Sión. Palabra de Dios.

Escuchemos a San Vicente de Paúl:

Considerarán que no pertenecen a una religión, ya que ese estado no va bien con las ocupaciones de su vocación. Sin embargo, como están más expuestas a las ocasiones de pecado que las religiosas obligadas a la clausura, no teniendo más monasterio que las casas de los enfermos y aquella en que reside la superiora, ni más celda que un cuarto de alquiler, ni más capilla que la iglesia parroquial, ni más claustro que las calles de la ciudad, ni más encierro que la obediencia, no teniendo que ir más que a casa de los enfermos o a los lugares necesarios para su servicio, ni más rejas que el temor de Dios, ni más velo que la santa modestia, y como no han hecho ninguna otra profesión para asegurar su vocación más que una confianza continua en la divina Providencia por la ofrenda que le han hecho de todo cuanto ellas son y por el servicio que le prestan en la persona de los pobres. (Conferencia del 24 de agosto de 1659)

Reflexión:

San Vicente de Paúl dibuja el rostro de Jesús en cada una de sus obras, logró plasmarlo de forma artística, única y novedosa en la corporalidad femenina campesina de Francia del siglo XVII; mujeres con gran sensibilidad religiosa y social que se convierten en madres, maestras, enfermeras, acompañantes y misioneras de la caridad. Mujeres que conocen de primera mano el sufrimiento y las angustias de su pueblo, porque sus cuerpos también llevan las cicatrices de la injusticia social, la discriminación y el empobrecimiento. Las Damas de la Caridad no podían realizar los oficios sencillos de cercanía y atención a los pobres, es por ello que envían a sus criadas a realizarlos, pero éstas lo hacen de forma obligada y brusca, es así como Dios suscita en pequeñas aldeanas el deseo de suplir a las sirvientas de las damas, convirtiéndose en otras siervas de los pobres que ven a Cristo en el rostro de quienes sirven, ofreciéndoles dulzura, compasión y devoción. 
San Vicente no se cansa de repetir que desde la eternidad Dios ha pensado en la Compañía de las Hijas de la Caridad, ha pensado en una mujer como Margarita Nasseau, con el encargo de mostrar el camino a las demás; siendo el 29 de noviembre de 1633 la fecha de su fundación bajo la dirección de Santa Luisa de Marillac, quien concibió a la compañía desde una experiencia mística en Pentecostés. 
Es por ello que la misión de las Hijas de la Caridad se realiza en comunidad sirviendo a los pobres, por todos los lugares del mundo (presente en 94 países), rompiendo cualquier tipo de fronteras. “No hay ninguna clase de pobreza que le sea ajena a las Hijas de la Caridad” Const.

Preguntas:

• ¿He logrado ver en el rostro femenino a un Dios que salva?
• ¿Siento que desde la eternidad Dios ha pensado en mí? Y si es así ¿Cómo logro proyectar ese pensamiento de Dios?
• ¿Mi comunidad Eclesial, o mi grupo de Familia Vicentina, se considera un solo cuerpo capaz de reflejar el rostro de Jesús para la humanidad?

GOZOS

“San Vicente de Paúl, padre de los pobres y patrono de la caridad enséñanos amar a Cristo”

Fuego de la caridad, desde el campo a la ciudad,
Como campesino o preceptor de misionero a fundador.
La llama ardiente de tu celo grita en medio de los pobres
Que te aclaman como su protector.

Cuatro siglos en el camino y tus virtudes aun brillan,
En el firmamento hay una luz que nos guía 
Con la fuerza imperativa del amor al prójimo.
Encarnado en quienes sedientos buscan la justicia.

En el horizonte fijas tu mirada,
Un amor efectivo, reclaman los pobres.
Que sea nuestra caridad inventiva hasta el infinito
Con quienes a Cristo en esta tierra representan.

En Folleville, brilló la predicación,
Invitando a la conversión con celo ferviente;
Y en Chatillón la caridad presidió
El cenáculo de gracia que allí se fundó.

¡El pueblo muere de hambre y se condena!
Amos y señores de nuestras obras son
En los campos o en la ciudad se oye
La voz de Cristo “denle ustedes de comer”

¡Oh Vicente de Paúl! Que no se halle en nosotros
Un amor que sea subjetivo, ¡donativo debe ser!,
Con el esfuerzo de nuestros brazos, 
Y en la frente el sudor, para dar a conocer al prójimo
El amor de nuestro Dios.

Misión y Caridad son las alas
Que te llevaron al cielo, 
A tú entrada, pobres y ricos te esperaban
Gozosos tu hijos, mientras Cristo te coronaba
De laureles y santidad, padre y apóstol 
La Iglesia en ti se reflejaba.

ORACIÓN FINAL 
AL CORAZÓN DE SAN VICENTE DE PAÚL

Oh Corazón de San Vicente que sacaste del Sagrado Corazón de Jesús, la caridad que tú derramaste sobre todas las miserias morales y físicas de su tiempo, alcánzanos de jamás dejar pasar a nuestro lado miseria alguna sin socorrerla.
Haz que nuestra caridad sea respetuosa, delicada, comprensiva, efectiva como fue la tuya. Pon en nuestros corazones una fe viva que nos haga descubrir a Cristo sufriente en nuestros hermanos desventurados.
Llénanos del celo ardiente, luminoso, generoso que jamás encuentre dificultad alguna en servirlos. Te lo pedimos, oh Corazón de Jesús por la intercesión de aquel, cuyo corazón no latía ni actuaba más que por impulso del tuyo. Amen

Fuente: Corazón de Paúl

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