1 Tes 1, 1-5.8-10; Sal 149; Mt 23, 13-22.
“¡Ay de ustedes, guías ciegos!”
Estos ataques de Jesús están en coherencia con su corazón, con su manera de pensar y de actuar. Están en coherencia con su verdad y su amor. Jesús, que es la Verdad no soporta la mentira, la hipocresía, la falsedad… y es una de las cosas que echa en cara a los “letrados y fariseos”. Tampoco se resigna Jesús ante todo lo que atente contra el amor, el amor a Dios y el amor al prójimo.
En las acusaciones que lanza contra ellos late la falta de amor: al prójimo y a Dios. No son un ataque de locura repentina las palabras de Jesús en el evangelio de hoy. Jesús se rebela contra todo lo que lesione la verdad y el amor… porque es lo quemás daño hace al ser humano.
Cuando se está y se vive en la Verdad de Jesús, no existe “la falsa prudencia” que encubre la cobardía ante el anuncio y la denuncia que implique la presencia y construcción del reino de Dios.
A Jesús le interesa hacer la voluntad de Dios, aunque esto vaya o implique “quedar mal” con los demás.
Las verdades y convicciones de mi fe… ¿las sostengo y defiendo con firmeza?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Servando Sánchez Ayala, cm
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