Dt 4, 32-40; Sal 76; Mt 16, 24-28.
“¿Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?”
El don de la vida, es un regalo que ninguna creatura en el mundo ha pe- dido ni merecido. Sencillamente, es un regalo que hemos recibido del mismo Dios.
San Pablo afirma que “todo ha sido creado por medio de Él y para Él” (Col. 1, 16), refiriéndose a Cristo Jesús.
Jesús declaró de sí mismo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14, 6) y por eso Él mismo se propone e invita a seguirle con todo lo que se ha recibido, incluida la misma vida: “vende todo lo que tienes, repártelo a los pobres y después ven y sígueme” (Mc. 10, 17ss).
El seguimiento de Jesús implica renuncia. Jesús no acepta “medias tintas”. Es entregarse por completo y es haber entendido aquél dicho: “amor con amor se paga”.
En nuestro caminar, seguramente nos hemos encontrado con personas generosas, entregadas, desprendidas que al verlas se descubren felices y realizadas por compartir y entregarse plenamente a su vocación.
¿Cuántas personas conoces que han sido ejemplo de vida y servicio para ti? Y tú, ¿ya entregaste tu vida a Jesús? ¿Cómo?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Servando Sánchez Ayala, cm
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