Miradas,
Sonrisas,
Esperanza…

A las afueras de Sevilla, 5 hectáreas acogen una amalgama de historias duras pero esperanzadas. En el centro El Pino acogen menores inmigrantes a los que ayudan a formarse e insertarse en el mundo laboral.

Se sientan ante nosotros y nerviosos pero decididos nos hacen partícipes de sus historias, juntos recorremos por un momento sus caminos. Nos trasladamos a ese 15 de septiembre en el que pisaron la tierra prometida, a esas 8 horas corriendo monte a través, a esos 3 días a la deriva en pleno enero.

Pese a lo que pueda parecer no hay caras largas, ni lloros, sino sonrisas y muchas ganas de vivir.

Descubrimos que aunque cambien los nombres y las caras, las historias se repiten una y otra vez.

De vuelta a la casa provincial nuestra cabeza sigue en esas historias tan duras. Pensábamos que iba ser un día light pero descubrimos enseguida que en estos 15 días no habrá nada sencillo. Encontraremos testimonios que nos hablen de la realidad del emigrante.

A la tarde se nos invitaba a ser aeropuertos llenos de vida, con despegues continuos, sin miedos a volar a las periferias. Día intenso, lleno de vida y con muchas ganas de lo que el Espíritu Santo nos tiene reservado para los días siguientes. No será fácil, pero contamos con vuestra oración.

Sigue el relato de este viaje en este enlace.