En la mayor parte de las ciudades nos encontramos con barrios pobres que tienden a congregar y conforman espacios o franjas urbanas dominadas por situaciones de exclusión social. Almería no está exenta de ello. En el Puche, la Comunidad lleva trabajando 12 años en este barrio donde la pobreza de sus habitantes abarca desde, pobres moderados, pobres extremos y pobres indigentes. Nuestra labor en este sentido consiste en hacer realidad el Evangelio y la Caridad, no en papeles, en lo que es muy fácil escribir sino en las vidas de esta población, que muchas veces, no tienen ni siquiera rostro propio, porque le hemos robado su dignidad.
Tras una pastoral del” tú a tú”, del “ven y verás”, de “oler a oveja”, nos hemos ido haciendo con el barrio y el barrio se ha ido haciendo con nosotros, de tal manera, que ya no hay ni un “yo”, ni un “Tú”, sino, un NOSOTROS.
Con el paso del tiempo, Dios volvía a entrar en el corazón de estas personas a las cuales definimos como: “diamantes en bruto” Él les ha ido devolviendo su brillo. Después ir visitando las casas y las calles del barrio, hablando con todos, en el templo cada día había menos bancos libres y lo Dios está haciendo con ellos, ellos lo quieren hacer ahora con los demás. Son cosas simples, (por ejemplo, que cada domingo y algún día entre semana un matrimonio con sus dos hijos vaya a recoger a una anciana a su casa para llevarla a la Eucaristía) pero que van cambiando la realidad de nuestra comunidad parroquial. Hoy nos sobran en nuestras comunidades palabras y nos faltan ejemplos vivos que son los que transmiten Vida.
Somos conscientes de que una Iglesia solo está viva si sus miembros de ser evangelizados pasan a ser evangelizadores. Con gran satisfacción podemos decir que en estos momentos esto comienza a suceder en esta comunidad que de puertas cerradas se está transformado en una comunidad de puertas abiertas.
Hoy con gozo podemos decir, que hay una Caritas formada por 14 miembros de la Comunidad parroquial que atienden cada quince días más de 100 familias, grupos de catequesis de infancia, de pos-comunión de J.M.V.; pastoral de enfermos; La AMM que está ya constituida jurídicamente y que tiene siete capillas de la Milagrosa visitando a más 150 familia cada mes, un grupo de liturgia, comunidades de adultos, un grupo de AIC; tenemos en nuestra parroquia la sede de Radio Maria en Almería, etc. Toda la Familia Vicenciana está ya implicada en la parroquia que poco a poco intenta hacer sentir que Vicente de Paul se sigue paseando por este barrio a través de cada uno de los agentes de pastoral de nuestra comunidad parroquial.
Estamos totalmente convencido que hoy Vicente de Paúl haría suyas las palabras del Papa Francisco y nos diría a todos: Prefiero una Congregación accidentada, herida y manchada por salir a las calles antes que una Congregación enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades del pasado (EG 49).
La Congregación sigue estando viva, fue fuerte y dinámica, cuando sus obras están entre los pobres, en las periferias de las ciudades. Hoy nuestras casas y con ellas sus ministerios, han sido fagocitadas por las ciudades. Si queremos que nuestro Carisma siga vivo y dinámico estamos convencidos que deberíamos salir de las grandes ciudades donde nunca faltan sacerdotes que deseen hacerse cargo de estas parroquias e ir a las periferias donde nadie quiere ir y donde San Vicente de Paúl nos mandaría y los Pobres nos están esperando.
¿Por qué tenemos tanto miedo a lanzarnos fuera?; ¿porque tenemos miedo a dejar nuestras seguridades, nuestras buenas casas donde no nos falta de nada para ir vivir al lugar de los pobres?, ¿porque cuando se presentan proyectos para una evangelización entre los pobres, decimos que este no es ahora el momento? Si a los jóvenes que nos ven, no sabemos ofrecerles más que palabras bonitas y no ven que nuestras vidas se están gastando en el servicio al Pobre, pocos serán los que deseen seguirnos.
Pedimos a Dios que este 400 aniversario nos haga salir a las periferias y tengamos la sabiduria y la audacia de dejar nuestras seguridades y abandonarnos más a la Providencia como lo hizo san Vicente de Paul para dejar de estar onde queremos e ir donde Él nos está esperando.
Autor: P. Miguel Sánchez Alba, C.M.
Provincia San Vicente de Paúl, España.
Fuente: cmglobal.org
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