Ex 2, 1-15; Sal 68 3. 14. 30-34; Mt 11, 20-24.
La primera lectura de hoy nos narra el primer éxodo de Moisés:“fue a donde sus hermanos y vio sus penalidades” bajo sus dominadores y vio también sus divisiones entre ellos mismos. Y actuó cómo el sistema egipcio le había enseñado: con la violencia. Y tuvo que emprender la huida.
Aún no conocía nada de Dios.
El evangelio nos trasmite la queja de Jesús contra las poblaciones judías de Corozaín, Betsaida y Cafarnaún. Ellas oyeron las enseñanzas de Jesús, presenciaron sus curaciones milagrosas y vieron su misericordiosa manera de ser y vivir, pero no se convirtieron. Por eso les dice que, el día del juicio, serán juzgadas con más severidad que otras ciudades paganas que nada de eso sabían.
Donde el evangelio habla de Corozaín, Betsaida y Cafarnaún, tú, ella y yo podemos poner nuestros nombres. ¿Qué hemos hecho del Jesucristo que nos entregó la familia, la Iglesia, que recibimos en la primera comunión o que nos trasmiten los evangelios y tienes a tu alcance diario? Si otros hubieran tenido estas oportunidades, ¿no serían verdaderos seguidores y no flojos cristianos de nombre o de apariencia como nosotros? –Señor Jesús, ten piedad de nosotros: danos la conversión.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, cm
Felicitaciones por el nuevo formato, por las publicaciones diarias, todas tan interesantes, que nos ayudan para formarnos e informarnos.
Excelente trabajo el que realizan, lo valoramos y agradecemos a Dios por cada uno de los que lo hacen posible.
AIC México.