Jer 20, 10-13; Sal 68; Rom 5, 12-15; Mt 10, 26-33.
“No temas, pues ustedes valen más que todos los pájaros”
El “no tengan miedo” que hoy escuchamos en el evangelio se puede aplicar a todas las situaciones de miedo que encontramos en nuestra vida.
El miedo es un sentimiento que surge ante un estímulo que se interpreta como peligroso. En nuestra realidad actual y con tantos acontecimientos inseguros que vivimos en el país nos surgen muchos miedos. Si Jesús nos invita a no tener miedo no es porque nos asegura un camino de miel y dulzura como decimos, sino se trata de una invitación a confiar, a fiarnos de Él.
Se trata de la seguridad que Él nos da de su presencia en medio de nosotros a pesar de las dificultades. Dios no nos garantiza que todo va a salir bien, o que todo va a salir como nosotros esperamos, sino asegura que estará ahí en todo momento, esa es la certeza. Por más grande que sea el motivo para temer siempre será más grande el motivo para confiar.
“Confiar en Dios es confiar en nuestro propio ser, en la vida, en lo que somos de verdad. No se trata de confiar en un ser que está fuera de nosotros y que puede darnos, desde fuera, aquello que nosotros anhelamos. Se trata de descubrir que Dios es el fundamento de mi propio ser y que puedo estar tan seguro de mí mismo como Dios está seguro de sí” (Fray Marcos).
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Blanca López Leija, HC
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