La Visitación de Santa María Virgen
Sof 3, 14-18 o Rom 12, 9-16; Sal Is 12, 2-3; Lc 1, 39-56.
“Ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava”
La generosidad de una joven virgen acaba de permitir el gran milagro~misterio de la Encarnación del Verbo; ahora esa misma generosidad lleva a la joven María en un viaje por las montañas, a visitar y ponerse al servicio de su prima Isabel que está también esperando un hijo. Todo en esta fiesta de la Visitación nos habla de generosidad, de disponibilidad, de apertura y obediencia a los planes de Dios. Toda es un canto tierno y feliz de dos almas que han acogido el amor infinito de Dios y han correspondido a él.
Dos mujeres generosas se encuentran, las dos llevan una vida creciendo en su vientre: Isabel al que será el Precursor, María al que será la Luz que ilumina a todos los pueblos. Las dos han acogido el misterio del amor de Dios y lo entregarán como vida y esperanza para los hombres. Una, en Juan el Bautista, la otra en Jesús, el Salvador.
Las dos están felices y gritan su felicidad en una oración que canta la grandeza del amor de Dios.
Cuando has acogido el misterio del amor infinito de Dios, no puedes sino vivir en generosidad, ofreciendo vida y esperanza a tus hermanos. Como Isabel, como María.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón Soltero, cm
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