Nuestra Señora de Fátima

Hch 13, 44-52; Sal 97; Jn 14, 7-14.

“Yo haré todo lo que pidan en mi nombre”

Estamos leyendo párrafos del largo discurso de despedida que Jesús pronunció en la última cena (San Juan, Caps. 14-17), palabras con las que Jesús quiere consolar a sus apóstoles, preparándolos para lo que ha de venir. Por eso insiste en que estará siempre cercano, velando por ellos.

No se inquieten, les dice, yo voy al Padre, y desde el Padre y por la acción del Espíritu Santo, estaré más vivo y más presente junto a ustedes de lo que estoy ahora mismo. ¡De cuántas maneras ha cumplido Jesús esta promesa!

Hoy celebramos 100 años del acontecimiento de Fátima. Vemos cómo el Señor se manifiesta en los sencillos (María –“Ha mirado la humildad de su esclava”) y a los sencillos de corazón (Lucía, Jacinta y Francisco, quienes tenían 10, 6 y 9 años respectivamente). Jesús, a través de la “llena de gracia”, reitera su cercanía, su compañía a los hombres, sobre todo a aquellos que con un corazón limpio, acogen su mensaje y procuran llevarlo a la vida.

Aprendamos el mensaje central de Fátima, que se refiere a la oración: háganle espacio al Señor en sus vidas; descúbranlo presente en su camino, vivan en intimidad de amor con Él.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón Soltero, cm