Sábado Santo
Silencio, oración, desconcierto, soledad. ¿Por qué me abandonaste?, clamó al Padre. Más él en soledad murió del todo. Los ojos amorosos de María filmaron la secuencia para siempre. Y pronto lo enterraron. Sobre su tumba, una losa rodó como la noche sobre el día. Y fuese cada cual a sus oficios anteriores al fulgor del Hijo de Hombre. Eraun hombre grande, sus obras lo decían, pero lo asesinaron. Y apareció el escándalo en sus pobres discípulos.
¿Hemos sido engañados? Los jefes religiosos y los soldados de Pilato, ¿vendrán también por nosotros? Y los peones del miedo lograron atarlos en su lóbrego encierro.
Durante el día de hoy no hay liturgias celebrativas. Acompañamos a María, a la madre del Jesús sepultado y acompañamos el desconcierto de los suyos. Todo estaba preparado para que Jesús fuera borrado de la historia como otro falso mesías. Pero, ¿pudo acaso la muerte con el que es la Vida?
Para los judíos el día comienza al oscurecer y dura hasta la próxima puesta del sol. Jesús estuvo muerto el viernes, el sábado y parte del día siguiente; resucitó, pues, al tercer día, en las horas ya de lo que hoy llamamos domingo. Nuestra Vigilia Pascual de hoy es parte del Domingo de la Resurrección. Es la fiesta de las fiestas y el origen y sentido de todas ellas.
¿Cómo podrías robársela a tu corazón cristiano?
“Mirad que es dulce la espera / cuando los signos son ciertos; / ¡Tened lo ojos abiertos / y el corazón consolado,/ si Cristo ha resucitado / resucitarán los muertos!”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, cm
0 comentarios