“La divina Providencia ha querido servirse del sexo femenino para hacer patente que era ella sola quien socorría a los afligidos y les otorgaba una poderosa ayuda para su salvación. Las Señoras de la Compañía han conocido las necesidades de los pobres y que Dios les ha otorgado la gracia de poder socorrerlos tan caritativamente que todo París ha quedado admirado, siendo ejemplo para todo el reino. Y si todo esto es patente, ¿no resulta obvia la necesidad de que las Señoras de la Caridad continúen sus funciones? Ciñéndonos sólo a la visita a los enfermos del hospital, se ha podido apreciar un grandísimo bien para las almas que han encontrado medios para su salvación; unos han muerto santamente preparados por la confesión general, otros, después de esa confesión, han salido convertidos, y las Señoras han entrado en el camino de la santidad que es la caridad perfecta, practicada, a menudo con peligro de su propia vida, habiéndose visto a señoras de alta alcurnia sentadas horas enteras a la cabecera de los enfermos para instruirlos en las cosas necesarias para su salvación y ayudarlos a salir de los peligros en que se hallaban”.
Luisa de Marillac, Nota de sobre las Asambleas de las Señoras de las Caridades.
Reflexión:
- Santa Luisa escribe a san Vicente: “Yo había pensado que las señoras más deseosas de esta santa obra fuesen a ver al párroco y le dijeran que, para empezar bien y perseverar, necesitan que haya un buen número de señoras que se asocien para ayudar con dinero lo más que puedan y entregarse con la mejor voluntad a visitar a los pobres enfermos. Al final de la Misa se podrían reunir a las señoras apuntadas, y advertir que todas las que quieran pertenecer, podrán asistir a la Asamblea en la cual se propondrá el Reglamento que rige en otras Parroquias” (c. 8).
- San Vicente, en Châtillon, comprendió que él solo no podía erradicar la pobreza, acudió a las señoras y fundó las Voluntarias de la Caridad; pero fracasará, al intentar reunir a los hombres. La sociedad no estaba aún preparada para ellos. Habrá que esperar a Federico Ozanam que, asumiendo las ideas de san Vicente fundará, animado por la Beata Rosalía Rendu, las Conferencias de San Vicente de Paúl.
- La caridad se dirige a la persona necesitada, mientras que la acción social no va primeramente al individuo, sino a la sociedad en conjunto para mejorar el status social y las relaciones cívicas entre los hombres. La trabajadora social suele trabajar por un salario, mientras que la Familia Vicenciana ayudan por amor de Dios y solidaridad con los pobres. En Mâcon el ayuntamiento llevaba años intentando solucionar el problema de los mendigos. No lo logró hasta que pasó por allí Vicente de Paúl y en unos meses lo solucionó, por medio de las Voluntarias.
Cuestiones para el diálogo:
- ¿Es suficiente el papel que desempeña la mujer en celebraciones, catequesis y en la pastoral social? ¿Por qué no participan en la jerarquía de la Iglesia?
- ¿Debemos revisar nuestra apertura a una mayor participación de las mujeres?
- ¿La participación de la mujer en la Iglesia es uno de los desafíos más importantes que debe afrontar la Iglesia en este siglo XXI, como reconoce el propio Papa?
- ¿Consideras que hay en la Iglesia católica actual suficiente claridad sobre esta cuestión, así como madurez para llevarla a la práctica?
Benito Martínez, C.M.
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