Heb 6, 10-20; Sal 110; Mc 2, 23-28.
“El sábado se hizo para el hombre”
Lo más normal es que cuando alguien siente hambre y tiene comida a la mano, busque saciarse. Pero hay gente que piensa lo contrario. El hombre es más importante, nos dice Jesús.
Yo acababa de llegar a la ciudad de Calcuta (India). De pronto, la madre Teresa me informa por teléfono que en el “Hospital para moribundos” que hay en Kaliga, una joven mujer embarazada está agonizando. Acudí inmediatamente. De acuerdo con el Registro Civil, la mujer tenía 22 años de edad. Tenía aproximadamente mi estatura: un metro con 70 centímetros. Era una persona normal, madre de dos niños.
La vi morir entre atroces convulsiones; y no había manera de disminuir sus dolores. En cuanto la mujer expiró, tuve el inconveniente impulso de pesar el cadáver. Lamadre Teresay yotomamos en nuestros brazos el pequeño cuerpo y lo pusimos sobre una báscula. Aquella mujer de 22 años de edad, con 1.70 de estatura, pesaba tan sólo 20 kilos.
¿Acaso hacía falta preguntar de qué había muerto? Desde aquel día, cuando oigo decir que alguien ha muerto de hambre, ya entiendo lo que estas palabras significan.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jorge Pedrosa Pérez, C.M.
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