“La ley se dio por medio de Moisés; el amor y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”
1 Jn 2, 18-21, Sal 95, 1-13; Jn 1, 1-18.
La Palabra se hizo carne en las tinajas del tiempo y del espacio. Se hizo historia. Se hizo hombre en Jesús de Nazaret. Y vimos su gloria de Hijo único; la vimos en su vida, su muerte y su resurrección. Y de su luz vivimos. Supimos qué era eso de ser fieles al verlo dar la vida por sus amigos y enemigos. Es la Vida, y vino al mundo que había sido hecho por él, pero le mundo no lo quiso recibir. Pero a cuantos lo reciben no les da cualquier regalo, se les da a sí mismo, y –en él– los hace hijos de Dios.
Y éste que se hizo historia con nosotros, nos dio el tiempo –horas, días, meses, años– para que del tiempo hiciéramos una aventura con él, una aventura de salvación. ¿Cómo va tu aventura?
¿Cómo hemos vivido este año que hoy tira la hoja de su último día? Él está vivo, nos acompaña hasta el fin de los tiempos y, mientras, sigue revelándonos al Padre que nos espera.
Amigas, amigos, gracias a Dios y también a ustedes que han seguido mes tras mes Evangelio y Vida. Dios les dé –y nos dé a todos– un ¡Feliz Año 2017!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
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