Los Sacerdotes de la Provincia polaca de la Congregación de la Misión, siguiendo a San Vicente de Paúl y viviendo el Misterio de Cristo presente en la Eucaristía y en los pobres, comparten con nosotros su reflexión personal. Nos complace que esta reflexión unida a las de nuestro Superior general, P. Tomaž Mavrič, CM, compartida con la Familia Vicenciana para Adviento. Agradecidas por estos testimonios, acojámoslos como pensamientos sobre el misterio de la Encarnación y como una ayuda para Adviento y Navidad.
Ver el mundo a través de la Eucaristía
Antes de entrar en el Seminario yo tenía una imagen incierta de Dios. Esta imagen era buena y positiva, pero – yo diría – borrosa. A lo largo de los años de estudiar esta imagen iba siendo más clara y profunda. Dios era descrito por los cuadros bíblicos y las definiciones teológicas: ¡Bellísimo, Trino, Magnífico! Cuando celebré mi primera misa en la estampa recordatorio puse una inscripción: “¡Yo digo al SEÑOR, Tu eres mi Señor, Tu eres mi único bien” (Sal. 16). Después de la Ordenación, cuando empecé a tener en mis manos cada día la Sagrada Forma, llegué a la verdad de que Dios se había hecho Hombre y había muerto en la Cruz para mi Salvación! ¡Y Él se quedó en un trozo de Pan y estará con nosotros hasta al fin de los tiempos! La conexión entre el Jesús presente en la Eucaristía y presente en la persona del pobre se hizo obvia para mí. Y éste es el centro de nuestra espiritualidad Vicenciana. Por eso, a los 25 años de Sacerdocio escribí en la estampa de mi 25 aniversario: “Señor, gracias por los 25 años viendo el mundo a través de la Sagrada Eucaristía en pie ante el Altar… “La Sagrada Eucaristía lo cambia todo. ¡Yo – sacerdote Marcin – no puedo imaginar un solo día sin ver el mundo a través de ÉL!
P. Marcin Stasiowski, C.M.
Fuente: http://filles-de-la-charite.org/
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