Flp 2, 1-4; Sal 130; Lc 14, 12-14.
“Cuando des un banquete invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos”
En la mesa de Jesús impera la lógica del Reino y no la lógica mundana. Piensa en relaciones humanas incluyentes donde la gratuidad, la fraternidad son los valores que rigen.
Todos somos hijos y todos somos hermanos, no hay colores ni banderas. Solo hay una casa común. Y en ella Cristo es Pan para todos.
Y nosotros no podemos actuar diferente de como actúa el Padre y el Hijo. Dios es amor gratuito, no espera nada a cambio, y sus hijos así hemos de ser.
En nuestras comunidades parroquiales seguramente habrá personas necesitadas de este tipo de banquetes, por lo que Dios espera que tus manos sean extensión de las suyas para compartir con ellos el don de su salvación.
¿Quieres ser evangelio hoy? Busca a los pobres y te encontrarás a Dios en ellos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: Alicia Gamboa, H.C.
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