Los sucesos transcurren, en nuestra sociedad actual, a velocidades increíbles, y pronto las noticias que un día nos conmovieron pasan al olvido y al ostracismo en la memoria de nuestras autoridades y medios de comunicación. Pero, cuando las cámaras se marchan y la conciencia global ya ha olvidado prácticamente aquello que, no hace mucho, la conmovió hasta las lágrimas, cuando la realidad cruda se impone, allí nos seguirán encontrando a los vicencianos prestando nuestra ayuda a los pobres.
Esto sigue pasando con los afectados del terremoto de Ecuador. ¿Alguien se acuerda todavía?
El terremoto de Ecuador de 2016 ocurrió el 16 de abril de 2016, con epicentro en la provincia ecuatoriana de Manabí. Con una magnitud de 7,8 Mw, fue el sismo más fuerte sentido en el país desde el terremoto de Colombia de 1979, y el más destructivo desde los terremotos de Ecuador de 1987. Las ondas sísmicas llegaron al suroccidente de Colombia, sintiéndose en ciudades de ese país como Cali, Pasto, Popayán y Neiva; y a la frontera norte de Perú, en lugares como Tumbes, Piura, Cajamarca, Lambayeque y Amazonas.
Las Hijas de la Caridad siguen trabajando por la normalización de la población afecta. Quizás sean pequeños gestos, pero son de celebrar.
En Facebook leemos:
[La Hijas de la Caridad] retiramos 300 filtros de Agua del aeropuerto de Quito. Fueron llevados a Jama, en donde las Hijas de la Caridad, en coordinación con el GADM de Jama, los repartirán a familias afectadas por el terremoto.
Todo nuestro cariño y apoyo a los que siguen sirviendo a los pobres afectados por esta y otras catástrofes.
Fuente: Facebook de los proyectos de las Hijas de la Caridad en Ecuador.
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