Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
«Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente. Nunca puedo ser lo que debería ser hasta que tú seas lo que deberías ser. Esta es la estructura interrelacionada de la realidad».
(Martin Luther King, Jr.)
En la actualidad, la Familia Vicenciana está presente prácticamente en todas partes del mundo. En el espíritu de sus fundadores, sus miembros continúan trabajando en la erradicación de la pobreza encontrándose con las necesidades inmediatas de las personas en la miseria, mientras que también trabajan para el cambio estructural y sistémico. Este espíritu está estrechamente conectado con el espíritu de Martin Luther King, Jr., en nuestra creencia común en la dignidad y el valor de cada persona.
El lunes, 17 de octubre, sería entonces un día significativo para los vicencianos a nivel mundial. Se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. El tema es: «De la humillación y la exclusión a la participación: Poner fin a la pobreza en todas sus formas».
Sabemos por experiencia que las causas de la pobreza son múltiples e interconectadas. La ONU pide, en este día, ir más allá de ver la pobreza simplemente como la falta de ingresos o lo que es necesario para el bienestar material —la alimentación, la vivienda, la tierra y otros activos— a fin de entender completamente la pobreza en sus muchas dimensiones. El tema de este año —elegido en consulta con activistas, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales— destaca lo importante que es reconocer y hacer frente a la humillación y la exclusión sufrida por muchas personas que viven en la pobreza.
Reflexionemos un poco sobre la historia y el origen de este día tan especial. Este día se centra en hacer oir las voces de las personas que viven en la pobreza. En 1982, más de 100.000 personas se reunieron en el Trocadero en París (donde se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948), para rendir honor a las víctimas de la miseria, la violencia y el hambre. El lunes se cumple el 29 aniversario de la celebración oficial de este día.
La pobreza sigue siendo una violación de los derechos humanos. Como vicencianos, estamos llamados a afirmar la urgencia de unirse para crear sistemas que sean representativos de las necesidades de las personas pobres de todo el mundo.
El año pasado, la ONU adoptó 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El primer objetivo se refiere a acabar con la pobreza en todas sus formas, en todas partes. Actividades creativas para poner fin a la pobreza se llevarán a cabo a nivel mundial el 17 de octubre. Pero la erradicación de la pobreza exige nuestra atención todos los días del año.
La ONU invita a todas las personas a dedicar el día a presentar y promover actividades concretas con respecto a la erradicación de la pobreza y la miseria. Como organizaciones no gubernamentales, es nuestra responsabilidad el ayudar a los Estados y a las Naciones Unidas a adoptar medidas que creen el cambio necesario para asegurar que se respeten y sostengan los derechos de todas las personas empobrecidas.
Una gran parte de este trabajo, creemos, se refiere a asegurar la participación plena de las personas que viven en condiciones de pobreza en las decisiones que afectan sus vidas y sus comunidades. Ya no podemos permitir que sus voces sean silenciadas, o negarles el derecho a estar sentados en el centro de la mesa, donde se hacen las políticas y estrategias para combatir la pobreza. Ellos también tienen derecho a ofrecer ideas para construir un futuro sostenible para sí mismos. Cuando protegemos este derecho, nos convertimos en verdaderos defensores de aquellos a los que nos pide San Vicente de Paúl que dediquemos nuestras vidas.
La reciente firma de la Declaración de Nueva York, por parte los Estados miembros de las Naciones Unidas, junto con su compromiso de implementar los objetivos de desarrollo sostenible, nos animan a ser aún más audaces en el esfuerzo para eliminar la pobreza. También nos obliga a no olvidar las visicitudes a las que se enfrentan las personas que viven en la pobreza. Debemos recordar la lucha y las personas a las que recordamos en este día especial, pero también hay que trabajar sin descanso, incluso cuando y, sobre todo, particularmente cuando la lucha ha demostrado ser difícil.
¡El futuro del mundo está en nuestras manos!
¿A qué acción nos podemos comprometer hoy para ayudar a aliviar la pobreza?
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