Gál 3, 7-14; Sal 110; Lc 11, 15-26.
Con Jesús o sin Jesús, ¿cuál es la diferencia? Con Jesús la vida se llena de sentido; sin Jesús la vida se llena de vacíos; con Jesús el corazón late a ritmo de alegría, sin Jesús el corazón se infarta de tristeza.
No, definitivamente no es lo mismo luchar con las armas de Jesús que luchar con las armas del Diablo. No lo olvides, la victoria con Jesús está asegurada, sin miramientos, echa nuestros demonios fuera para que entre en nuestro corazón su Reino. Pero ¡cuidado!, que el demonio nos deja tranquilos, pero siempre regresa y con fuerza “Regresa con otros siete espíritus peores que él” (Lc 11, 26).
Por eso es importante que protejamos nuestro corazón, que custodiemos la vida de nuestras familias, no le demos cabida ni en nuestros pensamientos, ni en nuestros sentimientos ni en nuestras acciones al poder del maligno. Su derrota está asegurada, pero, no nos distraigamos y pidamos la fuerza necesaria para resistir al mal hasta el fin.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: Alicia Gamboa, H.C.
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