Siempre resulta un gran reto trabajar con jóvenes principalmente cuando tu lo eres también. Esto porque la mayoría de ellos buscan modelos a seguir en este mundo digital. Actualmente hay muchas personas que ejercen gran influencia en ellos y pueden captar fácilmente su atención. De todas formas, como líder de un grupo particular de jóvenes, es mi deber tratar de guiarlos por el camino de la persona más influyente que jamás ha existido, ese es Jesucristo nuestro Salvador, tratando de usar una de sus técnicas para ejercer influencia en las personas, es el uso de las palabras.
Las palabras representan lo que ellas expresan; pero las palabras no son lo que expresan, por ejemplo Jesús y Salvador representan la misma persona pero son palabras distintas. Toma tu propio nombre y di; «Esto pertenece a …… (tu nombre)» ¿Cómo te suena?. Una vez más ¿cómo suena cuando dices «me pertenece»?. «Tu nombre» y «Yo» expresan lo mismo pero son dos palabras distintas.
El uso de las palabras que cada quien pronuncia, es lo que realmente importa. Nuestras relaciones en la vida, de alguna forma se han visto afectadas por su uso que nos conectan; ella es entonces un medio de relacionarse y es algo natural en los seres humanos. De tal manera la palabra toca vidas.
Miremos la forma en cómo Jesús expresaba las palabras por tres años, de su vida pública, una gran multitud lo seguía para escucharlo. Nadie nunca había sido como Él. Todos lo seguían incluso a lugares donde no había comida, los que eran más pequeños se subían a los árboles, otros rompían los tejados de las casas para estar cerca de Él, solo por las palabras que decía. Toda Palestina se estremeció con sus palabras. Él solamente unía algunas palabras y las lanzaba a la gente que venía a Él. ¿Qué había de especial en sus palabras?; ¿Que tenían sus palabras que tocaban a todos?; nada más y nada menos que vida. «Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn, 6:68). Jesús habla con palabras que contienen vida.
Había algo más en sus palabras de vida, porque muchos otros hablaban de vida también, pero no eran tan efectivos como Él. Con las palabras de Jesús toda vida era tocada si eran escuchadas. El rico y el pobre, esclavos y libres, judíos y gentiles por igual. Sus palabras eran para toda la vida y Él mismo era la Vida. (Jn, 14: 6), veamos sus primeros mensajes en el evangelio;
Marcos 1: 15
“Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios está cerca. Volveos a Dios y aceptad con fe sus buenas noticias.” Palabras expresadas por Jesús en el evangelio de Marcos, anunciaban liberación de la opresión y de la esclavitud del pecado porque era aquello que esperaban y ya estaba a su alcance.
Lucas 2:49
¿Por qué me buscabais? ¿tengo que estar en la casa de mi Padre? En este pasaje Jesús muestra que el proviene de aquel de quien es propiedad la casa donde lo encontraron (el templo), que es Dios.
Mateo 3: 15
«Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo delante de Dios». La obediencia a la justicia se pone de relieve en estas palabras de Jesús, un prototipo de plenitud de vida cristiana en el compromiso.
Juan: 1; 38 -39
«¿Qué estáis buscando?…venid a verlo». Aquí vemos una invitación abierta para todo aquel que está buscando algo en la vida.
Si reuniéramos todas esas palabras que Jesús dijo en cada uno de los evangelios, obtendríamos algo como esto: «La opresión y la carga pueden ser ahora liberadas o levantadas por Jesús, que es el Hijo de Dios, fiel cumplidor de los preceptos de su Padre. Como seres humanos en busca de libertad, somos entonces invitados a ir a Jesús y entonces nosotros veremos.»
Este es el poder que trabaja en estas palabras de Jesús. Y sobre todo, Jesús en sí mismo es la palabra hecha carne (Jn 1: 14). Él por tanto tiene la palabra exacta para toda clase de situaciones de la vida.
Venid y veréis!!!
Gideon Harps Houanitau
JMV Islas Salomón
Fuente: http://www.secretariadojmv.org/
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