“-Señor, en tu nombre hasta los demonios se nos sometían”
Job 42, 1-3. 5-6. 12-16; Sal 118; Lc 10, 17-24.
«No sé dónde estás, diablo, pero sé que puedes oírme, tú me has engañado y te saliste con la tuya, ¡no más!, hasta aquí has llegado. Jesús es el Señor de esta casa, eso significa que no hay más lugar para ti aquí. Llévate tus mentiras, tus maquinaciones, tus acusaciones y vete, en el nombre de Jesús. No te entregaré mi matrimonio, no te entregaré a mi hija y no te entregaré a mi marido, esta casa tiene un nuevo administrador o sea que tú estás fuera. Y otra cosa, ¡estoy harta que me robes el gozo! eso también cambiará, mi gozo no proviene de mis amigos, ni proviene de mi trabajo, ni siquiera de mi esposo, mi gozo está en Jesús y, por las dudas de que lo hayas olvidado, él ya te derrotó, regresa al infierno a donde perteneces y deja a mi familia en paz». (Palabras de Liz en la película “Cuarto de Guerra”).
La ira, el dinero, la infidelidad, el desamor, son muchos los demonios que acechan a nuestras familias. No lo olvidemos, el Señor Jesús nos da su amor y nos da la fuerza para combatirlos, entreguémosle el corazón y en su nombre saldremos victoriosos.
(Puedes ver la película “El cuarto de Guerra”, gratis en internet. Te gustará).
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: Alicia Gamboa, H.C.
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