Un salmo para Dios… ¡que se merece tantos!
Reflexion:
Esta canción, a modo de salmo, recorre muchas frases jugosas para llevar a la oración. La misma canción invita a orar.
Los primeros cristianos hicieron del Salterio su «Libro de oración» por excelencia, si bien lo «releyeron» con un nuevo espíritu, a la luz del Misterio Pascual. Este hecho resulta particularmente significativo, si se tiene en cuenta que todos los otros elementos cultuales de la ANTIGUA ALIANZA –el Templo, el sacerdocio y los sacrificios– quedaron abolidos por Cristo, el verdadero Templo, el Sumo Sacerdote y la única Víctima agradable a Dios.
Al conservar el uso de los Salmos, los primeros cristianos no hicieron más que seguir el ejemplo de Cristo. Los Salmos, en efecto, animaron su constante diálogo con el Padre. Un salmo expresa el sentido de su misión, en el momento de venir a este mundo (Sal. 40. 8-9, citado en Heb. 10. 9). En sus peregrinaciones a Jerusalén, antes de iniciar su ministerio público, Jesús cantó los Salmos graduales (Lc. 2. 41-42). En la última Cena, entonó los Salmos que recitaban los judíos al celebrar la Cena pascual (Mt. 26. 30). Y en la Cruz, él recurrió una vez más al Salterio para expresar su dolor y su abandono confiado en las manos del Padre (Mt. 27. 46; Lc. 23. 46; Jn. 19. 28).
Aprende más sobre los salmos en este artículo.
Javier F. Chento @javierchento JavierChento
Letra:
Dios, tu palabra es mi luz
y tu voz centinela de amor.
Oh Dios, has guardado mis pasos,
Dios, mi camino eres Tú.
Dios, eres mi canto y mi fuerza,
oh Dios, eres mi salvación.
Oh Dios, de ti viene mi fe.
Junto a Ti nada temo,
porque Tú eres mi luz,
eres el alfa y la omega.
Dios, tu palabra es mi luz
y tu voz, centinela de amor.
Oh Dios, de ti viene mi fe.
Junto a Ti nada temo,
porque Tú eres mi luz,
eres el alfa y la omega.
Dios como la nieve que cae es tu voz,
es como lluvia que moja de amor
y todo lo fecunda,
nunca vuelve vacía,
purifica mi alma
y le da nueva vida oh, Dios.
Dios, tu palabra es mi luz
y tu voz centinela de amor.
Oh Dios, has guardado mis pasos,
Dios, mi camino eres Tú.
Dios, eres mi canto y mi fuerza,
oh Dios, eres mi salvación.
Oh Dios, de ti viene mi fe.
Junto a Ti nada temo,
porque Tú eres mi luz,
eres el alfa y la omega, Dios.
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